Estaba previsto y anunciado, con lo que han sido varios miles los asistentes a la concentración de Santo Domingo los que, a su término, han emprendido el camino, Calle Mayor abajo, hasta la sede del PSOE de Guadalajara.
Allí esperaba un dispositivo de la Policía Nacional, junto con Policía Local en uno de los acceso. No se han registrado incidentes y sí mucha consigna contra «los socialistas», Puigdemont y sin que faltarán alusiones a García-Page, al que los asistentes han incluido en el grupo de los criticados por su «traición».
Ha sido media hora ante la fachada, que como los lectores de LA CRÓNCIA saben desde primera hora, ha aparecido con una nueva pintada.
Dado que la convocatoria era de Vox, de Vox han sido los representantes políticos que se han dejado ver.
De lo que ha dado de sí ese tiempo, vivido con intensidad por muchos y sin ningún incidente, dan buena idea las fotografías de nuestra galería gráfica y los vídeos que se acompañan.
Recomendamos llegar hasta el final, para conocer el por qué de las lágrimas de la cubana Virginia.
Las lágrimas de Virginia
Virginia es una cubana de Guantánamo, con más de veinte años en España. Hasta que cruzó el Atlántico, en su país natal era considerada una «gusana», el término despectivo con el que se alude a los «contrarrevolucionarios». Durante toda la concentración ante la sede del PSOE ha permanecido arropada por dos banderas, la de Cuba y la de España. En más de una ocasión, no se ha resistido a gritar de forma bien audible para prevenir a los españoles ante lo que ella cree es una amenaza inminente de que aquí se repita la dictadura caribeña. En medio de tanta tensión emocional, ha llegado a las lágrimas. Alguno vecino de Guadalajara la ha consolado.
