Este sábado se cumple una semana de la ‘no boda’ entre Juan Ortega y Carmen Otte. El torero dejaba a su novia y futura mujer a tan solo una hora de darse el ‘Sí, quiero’ cuando los invitados empezaban a aparecer en la iglesia y desde entonces, no se habla de otra cosa.
Este viernes, un equipo de Europa Press se desplazaba hasta Checa, donde se había especulado que se encontraba el diestro acompañado por sus padres para evitar las cámaras de la prensa.
La casa familiar está vacía y no había ni rastro de Juan. Eso sí, los periodistas desplazados desde Madrid pudieron hablar con Sole, una vecina de Checa, amiga de la familia, que comentó cómo se encuentra el torero y la familia en este delicado momento en el que su nombre resuena por todos los medios de comunicación.
Sole, amiga de la infancia del padre de Juan, insistía en que «a lo mejor no ha tenido la culpa, a esa criatura le están acribillando» y nos dejaba claro él «es de aquí, su padre, y el niño se ha criado aquí, veranos, Navidades, no sabéis nada».
Esta amiga de la familia también comentaba que a Carmen «no la conozco, no puedo hablar de ella» y jugaba al despiste sobre dónde se encuentra ahora: «Aquí no ha venido, si ha venido no ha venido, no puedo hablar».
Sole tiene la sensación de que se está tratando injustamente al torero: «Yo hablo de él y que no sean tan machistas todas las de la televisión, que el niño, ha podido ser culpa de ella, que no le echen la culpa a mi niño».
Además, dice de Juan que de niño era «un cielo, siempre sonriente, muy guapo, siempre sonriente, jamás iba serio siempre a todo una sonrisa, yo le he seguido a todas las plazas, a todas la plazas. Una monada, monísimo, mi hijo ha estado allí en una finca de su abuelo, ellos tiene una finca en Andalucía y es donde se ha hecho de torero».
Por último, pedía que «no le pongan verde de nada, no lo consiento que es mi amigo su padre y ya está», concluyendo que «el niño no ha hecho una cosa que otros lo habrán hecho, a lo mejor ha sido cosa de su novia».