Marchamalo ha estado pagando menos de lo que le correspondía por el agua que ha consumido en los últimos años, en detrimento de las arcas municipales de Guadalajara. Esta ha sido una de las «batallas» más recurrentes de Jaime Carnicero desde su último año como vicealcalde y también en su actual etapa como portavoz del PP, en la oposición.
Tras la desanexión iniciada en 1999, Marchamalo viene utilizando la infraestructura de depuración de la capital, así como una parte de la red de abastecimiento de Guadalajara en el polígono industrial del Henares y en la cada vez más pujante Ciudad del Transporte, que se extiende por ambos términos municipales.
Este mismo miércoles, Carnicero volvía a la carga y cifraba en un millón de euros lo que Guadalajara ha dejado de ingresar cada año por este concepto, como informaba LA CRÓNICA. Este jueves se ha presentado, apenas horas después, un acuerdo ad hoc para resolver la cuestión. Los datos aportados no hablan de un millón, sino de unos 650.000 euros de importe anual, pero tiene carácter retroactivo. No ha trascendido la cifra total de una deuda que hace relativamente poco tiempo, el alcalde de Marchamalo negaba de forma vehemente que existiera.
El doble de coste para Marchamalo, a partir de ahora
El nuevo acuerdo regula la compensación por dicha utilización, que será de aproximadamente el doble de lo que Marchamalo venía abonando hasta ahora, dado el ajuste de consumo real de agua; los servicios de depuración prestados y los costes vinculados, «basados en mediciones reales y no de estimaciones», según destacan desde el gobierno municipal de Guadalajara.
El acuerdo garantiza el abastecimiento y saneamiento de agua en el polígono industrial del Henares y en la Ciudad del Transporte, uno de los polos de desarrollo empresarial más potentes del centro de España y que se ubica sobre suelo de ambos términos municipales.
El nuevo texto ha sido presentado públicamente este miércoles por ambos alcaldes, Alberto Rojo y Rafael Esteban, y viene a sustituir el suscrito en 1998, momento en el que se iniciaba la desanexión formal de Marchamalo, que de barrio de la capital pasó a convertirse en municipio independiente.
En él se fijan las compensaciones que el municipio de Marchamalo debe hacer a Guadalajara por la utilización de una parte de su infraestructura de saneamiento y depuración de agua (las aguas residuales de Marchamalo se tratan en la depuradora de Guadalajara), así como una parte de la red de abastecimiento en el polígono industrial del Henares y la Ciudad del Transporte.
Desde el Ayuntamiento se sostiene que «la firma acaba con un conflicto originado en pasados mandatos y reequilibra el cálculo de las compensaciones al consumo real de agua, a la prestación de servicios como la depuración y a los costes generados por los mismos, establecidos en base a medidas exactas y avaladas por los equipos técnicos de ambos ayuntamientos».
Por cuatro años, prorrogables
El texto, con una vigencia de cuatro años prorrogables, crea una comisión de seguimiento y fija en 0,2843 euros/m³ en el caso del abastecimiento, y de 0,1959 euros/m³ en lo relacionado con el servicio de saneamiento y depuración, «estando sujeto a posibles cambios derivados de cualquier alteración en las fuentes de suministro de agua que pudiera aportar Marchamalo en el futuro».
La actualización del convenio y el ajuste de las compensaciones a mediciones reales supone que Marchamalo vea incrementada la cuantía que debe abonar por estos servicios en torno al doble que hasta ahora. Tomando 2020 como ejemplo, con el convenio de 1999 sería de 311.923 euros frente a los 630.641 euros del nuevo texto.
Pendiente de aprobación
El acuerdo debe ser aprobado por ambos ayuntamientos en los próximos días para su posterior firma y entrada en vigor, siendo su aplicación retroactiva hasta la fecha de caducidad legal del acuerdo de 1999.
En su comparecencia ante los periodistas, este jueves, el alcalde de la capital, Alberto Rojo, agradecía al alcalde de Marchamalo «su absoluta predisposición y el compromiso que siempre ha manifestado de hacer frente a las obligaciones que tenga su municipio de manera justa».
«Este acuerdo es fruto del diálogo y del entendimiento entre dos municipios hermanos con objetivos comunes», remarcaba Rojo, al tiempo que recordaba que «las compensaciones se aplicarán en base a consumos y costes reales medidos al céntimo y en base a un criterio exclusivamente técnico». Y no han faltado críticas al PP: «Tan solo existían dos vías: la de sentarse en una mesa con lealtad y rigor o la vía Carnicero, que consistía en montar bronca y judicializar un asunto para que tardase años en resolverse».
Rojo ha subrayado que «es Carnicero quien debe explicar por qué en 12 años incumplió sistemáticamente el convenio que planteaba una revisión anual, y por qué perdonó a la empresa concesionaria del agua en la ciudad el 8% del canon que debe aportar al Ayuntamiento en función del servicio prestado a Marchamalo».
Por su parte, el alcalde de Marchamalo, Rafael Esteban, manifestó también su gratitud «por la disposición y trabajo tanto de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Guadalajara como los de Marchamalo para renovar un acuerdo que garantiza la prestación de servicios básicos como son el agua y la depuración».