Los trinitarios vuelven a ser noticia en el corredor del Henares, incluidas las localidades del tramo de Guadalajara. Según se acaba de conocer, la Guardia Civil ha detenido al «suprema» de esta banda latina en Azuqueca de Henares, cuyos delitos alcanzaban a más municipios. Este joven, mayor de edad penal, ha ingresado en prisión. Los otros dos detenidos, menores, han salido mejor librados por el momento. A los tres se les imputan los delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones graves y pertenencia a organización criminal.
Desde el instituto armado consideran que esta organización delictiva estaba en la fase de implantación de un nuevo «coro» radicado en Azuqueca de Henares, que dependería del «bloque» de Torrejón de Ardoz. Su objetivo no era otro sino aumentar su presencia y su poder en el Corredor del Henares frente a otras bandas rivales.
Las acciones violentas de los trinitarios no son cosa reciente, aunque cuando cada vez sean más preocupantes. En los últimos años, LA CRÓNICA ya se ha hecho eco de varios sucesos protagonizados por esta banda, también en Azuqueca.
Todo comenzó por un doble intento de homicidio… equivocadamente
Esta última operación de la Guardia Civil se inició tras una reyerta ocurrida el pasado 14 de abril y de la que hasta ahora no se había tenido noticia, pese a sus circunstancias y las graves consecuencias para los heridos. Se produjo con empleo de armas blancas de grandes dimensiones, machetes, y tuvo por objetivo a dos menores de edad en la proximidades de la estación de Renfe de Azuqueca. Según se ha podido confirmar, los agresores confundieron a sus víctimas.
Tras proferir gritos identificativos de su banda, les persiguieron y a uno de ellos le causaron heridas de arma blanca de consideración en un hombro y en un brazo izquierdo. La segunda de las víctimas fue acorralada en un portal y sufrió cortes de especial gravedad en ambas manos y brazos, mientras se cubría la cabeza y zonas vitales. Ambos menores tuvieron que ser atendidos de urgencia en el Hospital General Universitario de Guadalajara, siendo uno de ellos sometido a una intervención urgente de cirugía plástica.
En el transcurso de las investigaciones los agentes pudieron identificar a los presuntos autores de la agresión, a los que se les imputaron los delitos de lesiones graves y pertenencia a organización criminal, procediendo a su detención.
Esta banda, al igual que otras semejantes, aspiran a controlar determinados espacios geográficos, estableciéndose en diversas regiones españolas, mediante la formación de grupos territoriales a los que denominan «coros», que se dedican a cometer delitos sin apenas cortapisas.
Por lo general, este tipo de bandas son grupos organizados con una fuerte jerarquía y disciplina interna, donde cada uno de sus miembros tiene una función definida y que no tienen reparo alguno en el empleo desmedido de la violencia. Según se reconoce desde la propia Guardia Civil «preocupa que, en la mayoría de estos grupos violentos, un elevado número de sus componentes sean menores de edad, quienes habitualmente son inducidos a abandonar su forma habitual de vida y sus domicilios familiares para integrarse con el resto de miembros de la banda y llevar a cabo todo tipo de actividades ilícitas como medio de financiación de la misma». Por parte de estas organizaciones, se suele hacer uso de menores de edad para encargar la ejecución de determinados actos delictivos, conocedores de las menores consecuencias penales que sobre los mismos pueden recaer.
Un problema que alcanza a todo el Corredor del Henares
Este grupo en concreto tenía su base en Azuqueca de Henares, si bien, operaban a lo largo de todo el Corredor del Henares, quedando acreditada su relación con la delincuencia común. Los otros dos detenidos, menores de edad, eran supuestos «guerreros» reclutados por la banda y que siempre debían cumplir con todas las órdenes impartidas por el «suprema».
Por parte de estas organizaciones, se suele hacer uso de menores de edad para encargar la ejecución de determinados actos delictivos, conocedores de las menores consecuencias penales que sobre los mismos pueden recaer.
Los Trinitarios son, junto con los Dominican Don’t Play, la banda más numerosa en el centro de la Península. Proceden la República Dominicana. Su símbolo con las manos consiste en retrasar el anular y el meñique y estirar el resto, como señalando a la persona que tiene enfrente.