Lo adelanta este jueves el diario El País, sin dejar mucho margen para la duda. En una amplia información de Elena G. Sevillano, se acredita que los anunciados test rápidos que ha comprado el Gobierno de España no funcionan bien más que en una de cada tres pruebas que se realizan con ellos. El índice de aciertos debería ser de más del 80 por ciento y no llegan ni al 30.
El periódico madrileño ha revelado que el mayúsculo índice de error del material comprado por el Estado ha sido comprobado por varios laboratorios de microbiología de grandes hospitales. Por ahora, en consecuencia, habrá que seguir utilizando la mucho más lenta prueba actual, la PCR, lo que limita su uso más generalizado.
Según Sanidad, se trata de una partida determinada y localizada en la Comunidad de Madrid y ha dado orden para que sea retirada. Añadió que ha dado orden al fabricante para que la sustituya y que todos los test comprados por el Gobierno están homologados para su utilización en Europa.
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