La Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Alovera ha propuesto que se declare desierta la adjudicación del proyecto de playa artificial en esa localidad, que arrastra una década de anuncios y plazos incumplidos, como ha venido informando LA CRÓNICA. La postura de los técnicos municipales ha sido decisiva para llegar a este punto, después de múltiples esfuerzos de los responsables políticos para mantener viva esta iniciativa.
Al final, es la Mesa de Contratación la que ha asumido la conveniencia de dejar desierta la adjudicación tras comprobarse que la oferta presentada por Rayet Medio Ambiente no cumple muchas de las condiciones impuestas por el propio Ayuntamiento.
Según han desvelado desde Ecologistas en Acción, consta en el acta de la mesa de contratación que el secretario municipal, el interventor y el arquitecto dictaminaron que el proyecto presentado por Rayet no podía ser admitido en ningún caso por faltar, entre otras carencias, el parque acuático infantil, restaurante, snack bar, aseos, zona de eventos y el gimnasio que sí que constaban en el proyecto de playa artificial de la concesión. El secretario municipal dictamina en su informe que “los proyectos de inversión, mantenimiento y gestión son inadecuados, por recoger planteamientos defectuosos».
Rayet tampoco se comprometía a acometer en una segunda fase del proyecto las salas polivalentes, los toboganes y la zona verde. Los tres técnicos coinciden en plantear que la normativa que regula la contratación pública impide la subsanación de esos incumplimientos.
Satisfacción ecologista
Precisamente, Ecologistas en Acción no ha ocultado su satisfacción por el rechazo a la propuesta de Alovera Beach, «un proyecto delirante que pretende recrear una playa caribeña en pleno secarral».
Recuerdan que, de aprobarse, habría supuesto «el despilfarro de 43 millones de litros de agua potable en una situación de sequía extrema y desajustes climáticos recurrentes, habría provocado un gran problema de movilidad y de falta de aparcamientos en la localidad y se habría fomentado el incremento de la huella de carbono de los asistentes, que en su inmensa mayoría habrían procedido de Madrid e incluso de localidades más lejanas. Y todo ello, además, sobre unos suelos públicos que en lugar de destinarse a mejorar la calidad de vida de las vecinas y vecinos de Alovera, se pretenden conceder a una empresa privada para que de forma insostenible pueda obtener beneficios esquilmando el territorio y el agua de toda la ciudadanía».