La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía ha elaborado un informe con propuestas para mejorar la situación de la cabecera del Tajo con respecto al trasvase, con el objetivo último de «cerrar una infraestructura sobredimensionada» pero con la premisa de al menos «sobrevivir» hasta el año 2021.
En virtud de este informe, que según el vocal de la entidad en la Comisión de Explotación, Francisco Pérez Torrecilla, «respeta las actuales reglas del juego legislativas», se plante «un escenario de gestión diferente que debe resultar del nuevo Plan de Cuenca que debería estar vigente en diciembre del año 2021», plan que según recuerda debe recoger las sentencias que el Tribunal Supremo en favor de respetar los caudales ecológicos del río.
La propuesta concreta propone elevar el umbral de reservas de 1.300 hm3 a 2.000 hm3 para entrar en Nivel 1, y elimina la posibilidad de que se pueda entrar en este nivel cuando las aportaciones de los 12 meses anteriores superen unas determinadas aportaciones.
Reducir el Nivel 2
En el Nivel 2, la cantidad que se trasvasa actualmente es de 38 hm3 al mes, lo que en 12 meses representa un total de 456, cifra «desproporcionadamente alta».
De esta forma, y tras recordar que la Comisión de Explotación ha planteado reducir esta aportación con este escenario a 27 hm3, consideran los Ribereños que es insuficiente, viendo necesaria la reducción a 20 hm3.
A su vez, acompañando a esta reducción en el Nivel 2, se propone rebajar también el máximo trasvase a autorizar en Nivel 3 a 10 hm3 mensuales con la finalidad de que la gestión sea diferente a la del Nivel 2 y funcione en la práctica como un nivel de protección «que evite la caída del sistema hasta el Nivel 4».
