El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) ha valorado la sentencia relativa a la nulidad declarada por el Tribunal Supremo de determinados artículos referentes a caudales ecológicos no fijados en el Plan de Cuenca del Tajo y ha afirmado que "no es el fin" del trasvase.
"Pese a lo que hemos leído y oído estos días, yo creo que todos hemos sido víctimas de un espejismo mediático provocado en la vecina comunidad de Castilla-La Mancha", según ha indicado en rueda de prensa el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, en la que ha aclarado que esta sentencia dice "algo que ya sabíamos y que el propio Plan del Tajo decía: que hay que fijar los caudales ecológicos del Tajo y del Ebro".
Y es que ninguno de estos dos ríos tienen en sus planes de cuenca fijados los caudales ecológicos que, según el reglamento, deben de tener. Jiménez ha recordado que el propio Plan de cuenca del Tajo se marcó una moratoria para aplicar esos caudales ecológicos en el horizonte 2021 con la nueva planificación, algo que ahora ha sido declarado nulo.
Jiménez ha explicado que los propios técnicos del Ministerio reconocen que es "muy difícil" fijar esos caudales ecológicos con rigor. A este respecto, el Scrats ha encargado estudios a expertos de reconocido prestigio internacional sobre caudales ecológicos, por lo que "no es algo nuevo ni nos pilla de sorpresa".
No obstante, Jiménez lamenta que la "artillería mediática" de Castilla-La Mancha sí ha obviado que la sentencia del TS "fortalece la posición jurídica del acueducto Tajo-Segura".
Y es que, añade, lo que dice la sentencia es que "hay que cumplir con la Ley y fijar caudales ecológicos", algo con lo que está de acuerdo el Scrats. No obstante, Jiménez aclara que la sentencia "no dice que haya que aumentar ni disminuir los actuales caudales circulantes mínimos", ya que "no entra a valorar ese aspecto".
Por tanto, ha tachado de "falsas" todas las valoraciones llegadas desde Castilla-La Mancha que hablaban del fin del trasvase una vez más. De hecho, ha retado al Gobierno de Castilla-La Mancha o a los propios litigantes a que señalen un solo párrafo en la sentencia que corrobore que esto es el fin del Tajo-Segura y se les dé la razón a la hora de litigar contra las reglas del trasvase.
Dicho esto, ha destacado que "aumentar artificialmente y excesivamente el régimen de caudales ecológicos no beneficia a nadie, ni a los pueblos ribereños ni, por supuesto, a los ciudadanos del Levante que dependemos de esos recursos". Más bien, señala, "puede beneficiar a alguien que no ha pedido que se le beneficie más, que es la vecina Portugal".
Jiménez se ha mostrado de acuerdo con que se mantenga y se supervise "puntillosamente" la calidad de la masa de agua del Tajo, pero ha advertido que debe hacerse siempre "desde el punto de vista de no aumentar artificialmente el régimen natural del río con innecesarios aumentos de los caudales ecológicos y haciendo hincapié en que la administración competente active las medidas que conduzcan a una calidad del agua apropiada".
En concreto, ha pedido "no confundir la calidad de las aguas con aumentar los caudales ecológicos en vez de actuar sobre una de las raíces del mal que aqueja aquella calidad de las aguas, que es la contaminación por una escasa, a veces nula y, en la mayoría de los casos, ineficiente depuración que se lleva a cabo en la vecina comunidad de Castilla-la Mancha".
En definitiva, ha valorado que esta sentencia no supone una "amenaza" a la continuidad del trasvase, cuya legislación "sale reforzada". Además, ha remarcado que el Sindicato acata la sentencia y se une a la necesidad de que se establezcan unos caudales ecológicos "ajustados" para el río Tajo.