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20 noviembre 2024
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Los nidos de golondrina, nueva traba para tirar el «Maragato»

Las multas previstas por tirar nidos de golondrina van desde los 5.001 a 200.000 euros, como ya informó ampliamente en su día LA CRÓNICA. Y en la fachada del "Maragato" hay una quincena de ellos, algunos con crías dentro.

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Enfrentarse a multas de hasta 200.000 euros es un buen motivo para que más de uno se esté tentando estos días la cartera y las responsabilidades ante la existencia de nidos de golondrina en la fachada del antiguo edificio del «Maragato», que tanta polémica viene originando desde hace más de tres lustros en la ciudad de Guadalajara.

Obviamente, la existencia de los nidos no es nueva, como tampoco es complicado ver que en algunos de ellos están criando golondrinas o aviones. Este periódico ha podido comprobar que es así, al igual que puede hacerlo cualquier viandante con un poco de paciencia.

El pequeño, o gran problema, es que el período de cría está protegido tanto por la norma general de la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo como, a nivel nacional, por lo especificado en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero) y por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad). Las multas previstas van desde los 5.001 a 200.000 euros, como ya informó ampliamente en su día LA CRÓNICA.

Esta última norma señala expresamente que «queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico. Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos, así como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio exterior’. Por tanto, nadie puede destruir los nidos de estas aves, salvo que tenga un permiso especial de la Administración.

Ubicación de los nidos de golondrina que quedan más a la vista en la fechada del Maragato. Puede haber más.
Ubicación de los nidos de golondrina que quedan más a la vista en la fachada del «Maragato», el 4 de junio de 2022. Hay alguno más. (Foto: La Crónic@)

Petición de Riendas a Pérez Borda

Quien también ha caído en la cuenta de esta circunstancia es Jorge Riendas, el hasta ahora único concejal de Aike en el Ayuntamiento de Guadalajara. También conoce la cuestión el concejal de Urbanismo, Rafael Pérez Borda, puesto que a él iba dirigido el escrito presentado por Riendas en el Registro municipal el pasado mes de mayo, alertando de que demoler la fachada mientras estas aves están criando implicaría contravenir leyes españolas y una directiva europea.

Según las estimaciones de Riendas recogidas en el citado documento, habría que esperar a septiembre para asegurarse de que el período de ocupación de los nidos haya terminado… y acelerar después con toda la tramitación urbanística, ya que para febrero o marzo empiezan a volver desde África las golondrinas, aunque no sea hasta el verano cuando se hacen más visibles.

Lo de los plazos no es un asunto baladí y menos en un caso tan dado a quedarse trabado como este, en el que se han sucedido dilaciones sin fin, sobre todo por la vía judicial.

Lo más claro hasta ahora es que el 12 de abril pasado el Ayuntamiento de Guadalajara autorizaba la demolición de la fachada, con el consiguiente escándalo en algunos ámbitos y alivio manifiesto en otros. El agente urbanizador tenía un mes para presentar el proyecto de derribo… que es lo que ahora quedaría condicionado por la existencia de nidos de golondrinas con crías en su interior.

¿Se derribará el «Maragato» antes de las elecciones de 2023?

Con el nuevo capítulo de esta astracanada sin fin, lo que se antoja cada vez más complicado es llegar a ver al equipo municipal de gobierno felicitándose antes de las elecciones locales de mayo de 2023 por haber resuelto, de forma fehaciente, el despropósito de estos dos solares contiguos, tantas veces prometido. El procedimiento aún pendiente anima a pensar justamente lo contrario.

Con el citado proyecto de derribo registrado en el Ayuntamiento, hay que pasarlo a la Delegación de la Junta para que den su plácet, antes de que los técnicos municipales concedan licencia de obra. A partir de ahí, los promotores disponen de otro mes para presentar el proyecto básico modificado, que habrá de incluir detalles con la conservación de los balcones y de la estética de la fachada algún día demolida. En esa fase, se requiere una nueva remisión de documentación a la Junta de Comunidades, previa a la eventual concesión de licencia. Superados todos esos pasos, otros 2 meses más para el proyecto de ejecución y el de reparcelación, que no son cosa menuda.

Si, junto a todo eso, hay que esperar a que pasen las Ferias y a que se vayan las golondrinas…

El «Maragato» parece dispuesto, con su andamio como un corsé, a seguir dando que hablar y que escribir.

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