En Castilla-La Mancha, se seguirá limitando el número de visitas a los ancianos en las residencias a una por residente y semana, con una duración máxima de dos horas.
Así consta en la resolución de la Consejería de Sanidad que publica este martes el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, en la que se indica que estas medidas estarán en vigor a partir de este miércoles y hasta el próximo 1 de febrero.
Según informaba este martes el Gobierno regional, después del fin de semana un total de 148 centros sociosanitarios de Castilla-La Mancha tienen casos confirmados de positivo por coronavirus entre los residentes. Concretamente 51 en la provincia de Toledo, 30 en Guadalajara, 27 en Cuenca, 20 en Ciudad Real y 20 en Albacete. Los casos confirmados entre los residentes son 1.445.
Por ello ha determinado que el caso de las visitas y salidas en las residencias de personas mayores, viviendas para personas mayores, viviendas para personas con discapacidad y centros de atención a personas con discapacidad grave, deberán ser gestionadas mediante cita previa con el centro.
Se llevará un registro de las salidas, así como de su retorno y de todas las personas visitantes, en el que consten los datos identificativos y de contacto de la persona visitante, para en caso de brote poder realizar trazabilidad.
Quedan suspendidas las visitas y salidas de las personas positivas al virus, que hayan tenido contacto estrecho con persona positiva o tengan síntomas compatibles con la enfermedad.
También se suspenden las salidas en residencias de personas mayores de una duración menor de siete días. A su vuelta al centro deberá realizarse PDIA.
Por contra, los nuevos ingresos, reingresos, traslados y estancias temporales a las residencias de personas mayores, viviendas de mayores, viviendas para personas con discapacidad y centros de atención a personas con discapacidad grave se mantendrán con normalidad.
Se procederá a la realización de prueba diagnóstica de infección activa (PDIA) a las personas que ingresen o reingresen al centro.
En caso de ser positiva, se procederá al aislamiento de dicha persona en las instalaciones del centro en las condiciones habituales en cuanto a precauciones y tiempo de dicho aislamiento, así como a la comunicación de dicho resultado a la autoridad sanitaria.
La realización de dicha prueba se llevará a cabo por parte del centro, y podrá ser usada como tal el test rápido de antígenos.
No obstante, todas las personas que ingresen de nuevo o reingresen en el centro y tuvieran una PDIA negativa en el momento del ingreso permanecerán en cuarentena durante cinco días, realizándose una nueva PDIA al finalizar la cuarentena.
En relación a la actividad en los Centros de Día de personas mayores y personas con discapacidad, Servicios de Estancias Diurnas, Centros de Mayores y Hogares de Jubilados, así como Servicios de Promoción de Autonomía Personal, no podrán acudir a dichos centros las personas que presenten cuadro clínico compatible con la infección por coronavirus o hayan estado en contacto estrecho con caso sospechoso o confirmado.
La ocupación del 100% de las plazas se mantendrá en la medida que sea posible respetar las condiciones de seguridad, autoprotección y distanciamiento social preceptivas contenidas en el Plan de Contingencia.
Continuarán aplicando en su funcionamiento las normas, protocolos y acuerdos aprobados y recogidos en el Plan de contingencia del Centro.
¿Qué pasa con los trabajadores?
En cuanto al personal de atención directa, «se recomienda» que, durante siete días, aquellas personas trabajadoras que retornen de permisos y vacaciones (por un periodo superior a quince días) no estén en contacto con personas residentes no vacunadas, y se realice a su reincorporación una PDIA.
De igual modo, desde Sanidad se recomienda que a las personas trabajadoras no vacunadas no se les asigne el cuidado de las personas residentes no vacunadas y, en su caso, a las que aún no hubieran completado la pauta de vacunación.
En el caso de los trabajadores que rechacen la vacuna o que no hayan completado su vacunación, se les realizará control de temperatura diaria y pruebas diagnósticas de infección activa (PDIA) dos veces por semana, como medida específica de evaluación del riesgo y de prevención.
Estas medidas serán revisadas quincenalmente en función de la evolución de la situación epidemiológica general y la situación particular de las residencias de personas mayores.
Las medidas, según la consejera de Bienestar Social
La consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, ha admitido que una visita semanal a los usuarios de residencias de mayores es «poco» pero ha advertido de que hay que hacer «un pequeño esfuerzo» para, entre todos, conseguir frenar esta sexta ola.
«Es importante para proteger a nuestros mayores», ha incidido. A preguntas de los medios, durante la rueda de prensa del martes para dar cuenta de los acuerdos aprobados por el Consejo de Gobierno, la consejera ha hecho alusión a la resolución antes citada.
«Ante el aumento de contagios desmesurado», ha esgrimido la consejera, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha tenido que tomar decisiones y medidas para proteger a las personas mayores. «Entendemos que es una medida que no nos gusta porque a ninguno nos gusta estar en una sexta ola y tomar medidas, pero lo que no nos gusta es tener que lamentar a toro pasado el que no tomar medidas pueda suponer mayor afectación en la salud de nuestros mayores».
Así, ha señalado que en el momento en el que la sexta ola doble la curva de contagios y empiecen a disminuir los casos, el Gobierno regional empezará a flexibilizar las visitas y las salidas a los centros residenciales, donde este lunes había 1.445 casos confirmados.
De otro lado, la titular de Bienestar Social ha apuntado que los centros residenciales «son hogares» donde los mayores están rodeados de sus familiares, «no de sangre», pero sí de los que les cuidan cada día y «están bien atendidos», ha defendido. Finalmente, ha dicho que los centros no han cerrado del todo las visitas a los familiares, y aunque considera que es «poco» una visita semanal, estas medidas –ha dicho– son necesarias para proteger a los mayores, con los que «nos gustar estar cuanto más tiempo mejor».