Los furtivos, una plaga que sigue viva en Guadalajara

La berrea es todo un espectáculo en el Alto Tajo de Guadalajara. Y el momento que los furtivos aprovechan para cobrarse piezas con más facilidad.

La patrulla del Seprona de Orea ha realizado diferentes actuaciones que han llevado a la investigación de dos personas como supuestos autores de un delito de caza ilegal y otro de falsificación de precintos oficiales para la caza, además de la constatación de numerosas infracciones administrativas en un local de taxidermia de la provincia.

Igualmente, el pasado día 12 de enero, el mismo equipo de agentes llevó a cabo una inspección en una actividad cinegética en la localidad de Zaorejas, donde se constataron graves deficiencias en relación a la legislación sanitaria que contempla el manejo, evisceramiento y tratamiento de las piezas de caza abatidas.

Los agentes pudieron observar como los animales muertos eran eviscerados en el suelo, sin ningún tipo de protección, ni lugar acondicionado, quedando sus despojos y tripas esparcidos por el propio suelo. Tales conductas serán puestas en conocimiento de la autoridad administrativa competente para su sanción.

Furtivos en la berrea

El pasado mes de septiembre, aprovechando la época de berrea, cuando los grandes machos están más expuestos, se habrían producido diferentes episodios de furtivismo en un coto cinegético de la localidad de Alustante.

Concretamente, habrían aparecido cuatro ciervos y un gamo abatidos ilegalmente por la noche, sin autorización del titular del coto y cuyas cabezas habían sido cercenadas para trofeos, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.

Como parte fundamental de la investigación llevada a cabo por el Seprona, los agentes procedieron a la extracción de diferentes partes de las piezas abatidas para su posterior remisión al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde se llevó a cabo su cotejo de ADN, cuyos resultados positivos, han servido para fundamentar la investigación.

El Seprona realiza varias actuaciones contra el furtivismo y la caza ilegal en la comarca de Molina de Aragón desde el otoño de 2024 hasta enero de 2025.

El que disecaba las piezas, también investigado

Por otra parte, como resultado de las actuaciones, un establecimiento de taxidermia, donde se remitían cabezas de piezas abatidas, ha sido inspeccionado por los agentes, siendo denunciadas numerosas infracciones y poniendo de manifiesto las relaciones que existían entre el propietario de la taxidermia y los investigados y las malas prácticas que allí se llevaban a cabo en relación a la documentación de los trofeos.

El Seprona de Orea, igualmente, el pasado día 12 de enero, llevó a cabo una inspección en una actividad cinegética en la localidad de Zaorejas, donde se constataron graves deficiencias en relación a la legislación sanitaria que contempla el manejo, evisceramiento y tratamiento de las piezas de caza abatidas.

Los agentes pudieron observar como los animales muertos eran eviscerados en el suelo, sin ningún tipo de protección, ni lugar acondicionado, quedando sus despojos y tripas esparcidos por el propio suelo. Tales conductas serán puestas en conocimiento de la autoridad administrativa competente para su sanción.

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