De los 25.000 árboles que existen en la zona urbana de Guadalajara, únicamente un 10% son árboles maduros. Otro 17% se consideran «terciados». Unos 2.500 ejemplares son de especies sensibles al cambio climático. Se considera que menos de la quinta parte, un 18%, tienen un alcorque con espacio suficiente.
Los datos anteriores son algunos de los que figuran en el «Plan de Infraestructura verde y biodiversidad del término municipal de Guadalajara», que ha sido presentado este jueves en el Ayuntamiento.
Devoradores de carbono
El Plan de Arbolado, incluido en este trabajo, también ha hecho una estimación sobre los servicios ecosistémicos con una herramienta predictiva, que determina que el secuestro de carbono por la masa arbórea de Guadalajara supone 765 toneladas al año, que se estima en valor económico en 136.000 euros al año.
Además, se fijan cerca de 20.000 kilos al año de partículas contaminantes y se evitan escorrentías, con sus 14 millones de litros de agua de lluvia retenida.
«Estos valores que ya son positivos con los árboles que hay ahora en la ciudad de Guadalajara, si conseguimos todavía árboles mejores y más grandes, nos salimos», ha señalado la encargada del Plan, Susana Domínguez.