Hacia las diez de la noche del miércoles, un Boeing 787 de Air Europa sobrevolaba bajo por encima de Marchamalo y Cabanillas del Campo. No era un error. El avión, procedente de Islamabad (Pakistán), llevaba a bordo a 294 refugiados afganos, que no pudieron salir del país desde la toma de Kabul por parte de los talibán hace un año. Su destino era la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
Con la discreción que caracteriza a todas estas operaciones de inserción de refugiados en España, no se conocen muchos detalles de sus destinos concretos ni de sus circunstancias personales. Sí está confirmado que parte del grupo pasará esta primera etapa en un centro de refugiados de Guadalajara, junto con otros de Madrid y Zaragoza.
Casi 4.000 personas traídas de Afganistán
El vuelo fue recibido a pie de pista en la base aérea por el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, y la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro Fernández.
Los 294 afganos son, en su mayoría, «colaboradores tanto del Ejército como de la cooperación española» y que en el vuelo han viajado también 14 bebés, mujeres solas y «personas que necesitan una especial atención». Son ya 3.900 las personas que han llegado a España por esta vía. Entre ellos hay antiguos colaboradores directos de España en Afganistán, civiles colaboradores de países de la UE y la OTAN y personal diplomático, cuyas vidas se encontraban en riesgo tras la reinstauración del régimen talibán en Afganistán.
Con menos repercusión pública, hace tres semanas un vuelo trajo a otros 63 afganos.