Un total de 5.980 castellanomanchegos han iniciado un tratamiento para dejar de fumar con alguno de los medicamentos (vareniclina y bupropión) que desde principios de este año están incluidos dentro de los fármacos financiados por el sistema sanitario público regional.
Según los datos registrados por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, entre los meses de febrero y junio los profesionales de la sanidad pública han realizado un total de 9.839 recetas de estos tratamientos farmacológicos, que han supuesto un desembolso para las arcas del Gobierno de Castilla-La Mancha de 563.473 euros.
En nota de prensa, el Ejecutivo autonómico ha indicado que la financiación de estos tratamientos farmacológicos forma parte de las acciones incluidas dentro del Plan Respira, estrategia puesta en marcha por el Gobierno de Castilla-La Mancha para la prevención y control del tabaquismo, y que contemplaba también el desarrollo de cursos específicos de formación para los profesionales, así como medidas de prevención y de sensibilización a la población.
Una de las herramientas sobre las que se sustenta el Plan Respira es la Vía Clínica para la Deshabituación Tabáquica de Castilla-La Mancha, en base a la cual se ha establecido un programa de despistaje de tabaco y un protocolo para la cesación tabáquica tanto en Atención Primaria como Hospitalaria.
Ligado a este programa y protocolo, el plan incorpora la financiación de los tratamientos farmacológicos aprobados por el Ministerio de Sanidad en base a las instrucciones publicadas el 23 de diciembre de 2019, en concreto la vareniclina y el bupropión.
Requisitos para entrar en el programa
Para el acceso a la financiación de estos fármacos el paciente ha de estar incluido, como requisito imprescindible, dentro del programa de deshabituación tabáquica de Castilla-La Mancha, manifestar una motivación expresa para dejar de fumar; haberlo intentado en el último año y tener un alto grado de dependencia, requisitos todos ellos establecidos en las instrucciones emitidas por el Ministerio, donde además se contempla que sólo se financiará un tratamiento completo al año.
Aproximadamente el 90 por ciento de los casi 6.000 pacientes que han iniciado tratamiento farmacológico lo han hecho de la mano de sus médicos de Atención Primaria, que han expedido un total de 8.993 recetas para la dispensación de estos medicamentos tras la inclusión de los pacientes en el programa de deshabituación tabáquica.
Cada prescripción se realiza por un envase, lo que equivale a un mes de tratamiento. Tras ello, el médico, en el marco del seguimiento del programa de deshabituación, vuelve a valorar la evolución de la efectividad de la terapia con carácter previo a la emisión de la siguiente receta. El tratamiento financiado tiene una duración de doce semanas para vareniclina y de siete a nueve para bupropión.
Por otra parte, y dentro de las acciones de sensibilización y formación de los profesionales incluidas en el Plan Respira, el pasado mes de marzo se desarrolló el curso ‘Vía clínica de abordaje básico e individual de la deshabituación tabáquica con apoyo motivacional y medicamentos financiados’, en nueve ediciones simultáneas con más de cien alumnos cada una.
Entre los objetivos de este curso, que ha tenido una gran aceptación entre los profesionales, está informar sobre las pautas de consumo, problemas de salud y costes sanitarios relacionados con el hábito tabáquico a nivel nacional y regional, además de presentar la vía clínica de deshabituación elaborada en la región.
Los participantes en el curso también han aprendido las herramientas básicas educativas y terapéuticas para llevar a cabo el proceso de deshabituación tabáquica en una consulta individual, además de información sobre los medicamentos financiados y las condiciones de financiación en la cartera de servicios básica para dejar de fumar.
Desde el punto de vista práctico el curso incluye igualmente sesiones de presentación de la adaptación de la vía clínica de deshabituación tabáquica en el aplicativo informático Turriano así como las modificaciones introducidas para poder recetar los fármacos financiados.