Hoy en día es tan difícil encontrar a alguien que no conozca nada sobre bitcoin como lo fue encontrar a alguien que sí conociera a la ahora archiconocida reina de las criptomonedas allá por el 2010, no en balde el precio de esta moneda ha alcanzado y superado los 57.000 euros hace pocos meses e incluso en estos momentos, en los que la crisis no hace sino ahondarse, bitcoin mantiene un valor de 35.000 euros, aunque esta cifra no es más que una foto fija, dado que pocas horas antes de cotizar a ese valor llegó a cotizar por encima de los 38.000 euros.
Y son precisamente esos bruscos cambios en su cotización los que hacen tan difícil considerar a criptomonedas que no son stablecoins -y estas valdrán tanto como la moneda fiat a la que estén vinculadas- como valor refugio, dado que los vaivenes tan bruscos y pronunciados pueden llevar tanto a obtener ganancias como a sufrir pérdidas, y ese no es el objetivo de un refugio precisamente, sino que se asemeja más al comportamiento de un activo más parecido a una acción o un futuro que al oro.
Conocer los porqués de los cambios en la cotización
Intentar predecir cuál será el precio de bitcoin es la meta de todo trader, inversor o incluso ahorrador, al fin y al cabo el trader quiere saber la tendencia para abrir su posición –aunque hay que advertir que las criptomonedas son muy volátiles y que en el trading a corto plazo las cotizaciones se mueven constantemente- y el inversor y el ahorrador pretenden comprar a los precios más bajos posibles, y para ello es fundamental analizar la actualidad y trasladar las conclusiones a la estrategia de inversión.
Uno de los factores que más influye en el precio de bitcoin y del resto de las criptomonedas es la confianza, ya que bitcoin es un activo descentralizado que no está respaldado por la solvencia de ningún banco central y por lo tanto es aún más sensible al estado de ánimo de lo que popularmente se conoce como los mercados, que no es más que la suma de todos los inversores, sean estos inversores institucionales o pequeños operadores, y además es un mercado relativamente pequeño y por lo tanto también es más sensible a movimientos de grandes operadores. Estos pueden influir en el mercado con más facilidad que cuando se trata de otros activos, y para comprobarlo no hace falta más que remitirse al comportamiento de bitcoin hace unos meses tras unos tweets del tecnomagnate Elon Musk.
Otro factor muy importante es la postura de las autoridades reguladoras con respecto a las criptomonedas, dado que la actitud de Rusia y China prohibiendo parcial o totalmente la criptominería o incluso el comercio de criptoactivos en su momento supuso un golpe para la cotización de bitcoin, aunque no tan duro ni permanente como se pensaba en un principio, cuándo no pocos daban a bitcoin por muerta tras las prohibiciones chinas, pero que al poco llegó a marcar máximos históricos que llevaron a bitcoin a valer más de 57.000 euros como ya se ha dicho anteriormente. En cualquier caso conviene vigilar los proyectos de legislación de entidades como la Unión Europea y los EEUU, país este último que parece avanzar en dirección contraria a la de China y Rusia.
Cabe destacar también las utilidades reales, más allá de la especulación o el refugio, que se les está dando a las criptomonedas, como ocurre por ejemplo con los envíos de remesas, que de unos años a esta parte han empezado a incorporar criptomonedas como por ejemplo XRP o algunas stablecoins, que en algunos casos pueden abaratar los costes de los envíos precisamente en el apartado de los cambios de unas divisas por otras, a pesar de que la conversión de fiat en una criptomoneda y esta de nuevo a fiat no está exenta de sus propias comisiones. Por supuesto bitcoin también tiene su utilidad en el envío de remesas, con el atractivo adicional de conservar la criptomoneda en sí en vez de convertirla en fiat, en caso de que el dinero no se necesite de forma inmediata y se confíe en que esta va a alcanzar un valor mayor en el futuro.
Para terminar es importante destacar el hecho de que en momentos como los actuales muchos analistas aconsejan mantenerse con un nivel importante de liquidez, por lo que si se va a invertir en bitcoin y otras criptomonedas es importante que no sea con el dinero que se vaya a necesitar en el corto y medio plazo.