El pasado martes, la Junta Local de Gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara adjudicaba 7 nuevas plazas en el parking de la calle Ferial. Hay donde elegir, ciertamente, ya que con estas que han encontrado propietario, hay otras 191 que siguen a la espera de quien las quiera.
El éxito ha sido incluso menor que cuando se publicitó, incluso con folletos, la primera ocasión, en la que hubo quienes se hicieron con 23 de las plazas muchas plazas disponibles: 215 según se dijo en su día o 221, de acuerdo con la cifra que maneja el actual equipo de gobierno.
En cualquier caso, de este modo se ha completado la segunda convocatoria pública para los posibles interesados en tener una plaza para su vehículo en la segunda planta del parking del Ferial, que requirió de una importante inversión para su puesta a punto, después de años de abandono.
Al ser un bien municipal en el subsuelo, no se trata de una compraventa normal, sino que se «vende» el uso por 75 años, en una operación similar a la que ya se hizo, con una promotora de por medio, en el subterráneo de la calle Antonio Cañadas, por ejemplo.
Esta operación de los anteriores responsables municipales se planteó de forma conjunta para los parkings del Ferial y de Dávalos, a los que se les buscó una empresa que gestionara las plazas de rotación. Sólo hubo dos ofertas y se la llevó, como era previsible, Dornier, que es la responsable de la zona azul en la ciudad e incluso del servicio de la grúa municipal (algo que ahora mismo es noticia, por su presumible remunicipalización).
El aparcamiento subterráneo de la calle Ferial dispone de dos plantas. La planta -1 está destinada al aparcamiento en rotación con 208 plazas a un precio máximo de 0,0158 €/min, con abonos diarios y mensuales. El problema está una planta más abajo.
10.000 euros por 75 años
Las plazas de la planta -2, pensadas para residentes, son las que no encuentran destino final en su inmensa mayoría. Para el uso privativo de las mismas durante 75 años se puso un precio de 10.000 euros.
Convencidos de lo atractivo de la oferta, desde el Ayuntamiento plantearon una condiciones rigurosas. El particular interesado en una plaza de aparcamiento en esta instalación municipal debía abonar la cantidad fijada por el Ayuntamiento en un único pago, «dentro del plazo previsto para la formalización del contrato y, en todo caso, antes de la firma de éste», resaltaban fuentes municipales en noviembre de 2022. El plazo terminó el 7 de diciembre, con sólo 23 plazas con nuevo ocupante.
La oferta, si se considera como tal, no era ya de entrada válida para todos. Está destinada a los vecinos o residentes «en el área de influencia definida en el anexo II del citado pliego y que, además, estén empadronados en dicha zona con anterioridad a la aprobación del presente pliego, antes del 8 de noviembre del presente año, o haber suscrito en igual plazo un contrato de arras o de similar naturaleza». Además, únicamente se admitirá una solicitud por vivienda, «si bien podrán solicitarse dos plazas cuando se indique expresamente».
Pueden optar a tener su plaza de aparcamiento a cambio de los referidos 10.000 euros también «los ciudadanos vinculados a oficinas, despachos, comercios o servicios públicos del área de influencia. Estas personas sólo podrán optar a una plaza de garaje, pudiendo ampliarse a una segunda cuando, agotadas las solicitudes de los vecinos residentes, aún existieran plazas vacantes y así lo hicieran constar expresamente en el modelo de instancia. Además de otros interesados, en referencia a cualquier persona física o jurídica que presente solicitud y no acredite la condición de interesado en las anteriores categorías».
Así las cosas, casi 9 de cada 10 siguen vacías.