Las Ferias «no pueden ser motivo de conflicto», se decía en el programa electoral del PP en la campaña del 28M. Y este viernes lo ha recordado la alcaldesa de Guadalajara, para confirmar «que ha habido acuerdo con todas las partes implicadas».
Guarinos ha aventurado que las de este próximo septiembre serán «unas grandes Ferias», incluso en el tema de la seguridad, puesto que «no habrá cabos sueltos». Tampoco en cuanto a las molestias que, asegura, se reducirán para los vecinos que trabajan en esos días y para los repartidores que deben proveer de sus productos, todo ello gracias a un «perímetro de la Feria mucho más cómodo». Y la comodidad incluye también que haya menos calles cortadas y que todas estén más limpias y libres de casos de vandalismo, según el panorama que vaticina la máxima responsable del Ayuntamiento de Guadalajara.
«Feria perimetrada» es, en efecto, una expresión que ha usado Guarinos, quien insiste que está «cumpliendo la palabra dada». La ha complementado Santiago López, el nuevo y afable concejal de Festejos, quien ha dado una visión general este 21 de julio del nuevo «modelo mejorado de Ferias», que se parece mucho al anterior.
Sostiene el nuevo concejal que «había muchas cosas sin hacer cuando llegué a la concejalía». El desfile de carrozas y la instalación de infraestructuras han ido muy justos de tiempo por esa circunstancia del relevo en el consistorio. Y junto con ello, la necesaria habilitación de 455.000 euros sin presupuestar y que ha habido que añadir.
La polémica con los ruidos
En seguridad, esta se reforzará en el Fuerte y barrios aledaños, «con más vigilancia». Habrá, por primera vez con una consultora externa, un nuevo plan de autoprotección con una ingeniería especializada para la Fuente de la Niña y la Plaza de Toros, en una iniciativa innovadora. Se mantienen los cuatro puntos sobre violencia de género y, asegura López, San Roque seguirá estando abierta al peatón pero con el cuidado de que se garantice el uso de esta calle como eventual vía de evacuación, en caso de necesidad. Eso deberá pasar por un mayor control de la superficie de las terrazas.
La reducción de ruidos vendrá aparejada por el cambio de ubicación de Lacasates, Búffalos y El Pellejo, que en 2022 tanto ruido generó también en las redes sociales. Por su parte, Defensa seguirá cediendo la misma parcela de las pasadas Ferias, aunque formalmente el ministerio la tiene puesta a la venta. En consecuencia, tendrá que «desvallarse» en los próximos días para volverla a vallar al término de su uso.
En cuanto a los decibelios de las atracciones, y los horarios de ese ruido, se controlará con un nuevo sistema, han asegurado en comparecencia ante los medios de comunicación locales.
López insiste, además, en que este año las legalizaciones no tendrán, ni para los feriantes ni para las peñas, los problemas de años pasados, con más tiempo para realizarlas.
En cuanto a la limpieza, habrá un refuerzo especial, ampliando el esfuerzo en las zonas próximas al recinto ferial. Las peñas tendrán tres baños químicos cada una, para un total de 257 de estos evacuatorios portátiles en toda la ciudad.
Una novillada para Ferias
El concejal de Festejos ha expresado la «apuesta firme por la tauromaquia local de Guadalajara» con algunos actos complementarios a los carteles ya conocidos, como una novillada con un cartel provincial.
En cuanto a los encierros, este año, las peñas tendrán reservada la puerta del tendido 3 para acceder a la plaza por la mañana, con unas 2.000 localidades prioritariamente para ellos.