La nuclear es la primera fuente de generación energética de España y, sin embargo, sus propietarios la consideran abocada al cierre, por las continua generación de pérdidas que provoca al sector el cuadro fiscal presente y futuro. La situación afecta de un modo especial a la provincia de guadalajara, donde se ubica la central de Trillo, la última en abrirse en este país, aunque ya acumule más de tres décadas de actividad.
El parque nuclear español produce electricidad unas 8.000 horas al año al cien por cien de potencia, frente a las 2.200 horas de la eólica y las 2.000 de la fotovoltaica. Para igualar la aportación de las centrales nucleares aún activas en España se requeriría ocupar 64.000 hectáreas con fotovoltaica.
El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, lamenta los «mensajes y propuestas» que transmite el Gobierno, que hacen «inviable» la energía nuclear. El anteproyecto de Ley para compartir el beneficio del coste del CO2 entre los consumidores y reducir la factura conlleva un incremento fiscal para la nuclear que «si sale en estos términos, aboca al cierre» del parque nuclear español, ya «asfixiado».
Araluce, no obstante, confía en que la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, «escuche al sector y busque una solución».
En una entrevista con Europa Press para LA CRÓNICA, el responsable del Foro recuerda que el parque nuclear español está ya operando «a pérdidas» por lo que esta nueva traba llevaría al sector «a la ruina y a la quiebra técnica».
A su juicio, los mensajes desde el Gobierno son «contrarios» a la energía nuclear y enfrentarse a ese muro «para cualquier sector es prácticamente una lucha de titanes imposible».
La seguridad, garantizada
Con todo, Araluce ha garantizado que el parque nuclear mientras funcione, «no quepa la menor duda», va a mantener la seguridad y mantiene el compromiso de las centrales de no dejar de invertir un euro para que el nivel de seguridad sea «el más alto que sea posible».
Por ello, confía en que finalmente cambie el texto normativo que si sale en estos términos lleva al sector «a la quiebra técnica». A ese respecto, ha abundado en que según un estudio de Price Waterhouse, el precio en el mercado de aquí a 2030 en consonancia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima dejaría un flujo de caja negativo de 2.400 millones de euros sin contar los activos aún no amortizados antes del proyecto de ley que supondría un «nuevo» recorte que estiman en otros 800 millones de euros.
«Los números son tan claros y evidentes que es difícilmente sostenible. No es un tema de matiz, es que es imposible», valora. En todo caso, no cree que sea «intención» del Gobierno «forzar el cierre anticipado» de las centrales nucleares pese al posicionamiento previo de los partidos que, cuando llegan a «la responsabilidad» de gobernar deben «actuar en base a la realidad».
«La energía nuclear es necesaria»
Además, ha destacado que según el reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía la energía nuclear «es necesaria» y el organismo recomienda a los Gobiernos que «revisen la viabilidad de las centrales nucleares», sin que el Ministerio haya realizado «ninguna» objeción a este aspecto y, por el contrario ha emitido una valoración favorable al informe en su conjunto.
«Ya no somos nosotros quienes defendemos la energía nuclear, sino la Agencia Internacional de la Energía, lo que potencia la credibilidad en ella y su necesidad en el futuro», ha reflexionado.
Sin embargo, Araluce recuerda que desde hace tiempo la industria nuclear «clama por una solución» porque las centrales están sometidas a una «imposición fiscal desproporcionada, discriminatoria, confiscatoria e incluso redundante» y que otras tecnologías no tienen.
«Los impuestos no paran de crecer hasta llegar a un punto en el que nos han asfixiado y en los últimos años las centrales han acabado en pérdidas», ha denunciado.
Pérdidas millonarias de Iberdrola por las nucleares
Araluce ha puesto de ejemplo a Iberdrola Generación Nuclear, que tiene una cuenta de resultados diferenciada de la empresa matriz y que acumula unas pérdidas de 1.500 millones desde 2013. Así, asegura que la situación financiera del parque que aporta la «primera fuente de electricidad en España atómico ha empeorado durante la pandemia, ya que en 2020, el sector terminó «con unas pérdidas tremendas».
Reconoce que 2020 ha sido «peculiar» y que esta situación puede ser coyuntural, pero lo preocupante es que se vuelva a dar en el futuro por la «gran» entrada de renovables que conllevará que los precios de venta serán bajísimos y sus gastos para producir electricidad también muy bajos y apenas tiene gasto en personal.
Impuestos desmedidos
Araluce no duda de la «buena intención» del anteproyecto de ley en cuestionamiento para «atajar la situación de precios alta» y facilitar la entrada del gas al mercado eléctrico, pero recuerda que las centrales nucleares «anteriores a 2005» (ahora afectadas por la propuesta normativa del Gobierno) no tenían ese coste del CO2, producían «sin problema económico» y eran «viables» pero ya entonces, las nucleares pagaban impuestos incluida la tasa Enresa de unos 3,4 euros por megawatio hora.
En la actualidad la carga impositiva ha pasado hasta los 22 euros por megawatio hora y la tasa Enresa (para financiar el desmantelamiento futuro del parque nuclear) también ha subido, al tiempo que se ha modificado el sistema de fijación de precios.
Araluce recuerda que, hace años, los precios «no eran volátiles ni había variaciones de precio por hora o de un día a otro», mientras que ahora hay «muchos momentos del día» en el que el precio es «casi cero» por la entrada de las renovables. «Eso significa que muchas horas del día perdemos facturación, porque estamos en un mercado distinto y con un nivel impositivo totalmente diferente», ha explicado.
El nuevo contexto que plantea el citado anteproyecto «pretende» que la nuclear se quede «con todo lo malo» y vaya «a la ruina, evidentemente»: «impuestos altísimos, con horas del día en el que el precio lo fija la renovable y en las horas en las que podemos ganar algo, nos descuentan el precio el CO2».
Una posible alternativa
Para lograr una solución, Araluce aboga por la tercera actitud que ya plantea el propio anteproyecto de ley y que opta por sacar a las centrales nucleares del mercado diario de casación de precios y establecer para ellas un mecanismo de pago por diferencia, lo que supone que «evidentemente» no se beneficiarían del precio del CO2.
«Abogamos por esta posible solución que tiene precedentes en Francia y está admitida por la UE», apela Araluce que se ofrece al MITECO a presentar «en tiempo récord» todos los datos que pidan para sentarse a analizar el tema y dar así seguridad al sector para los próximos 10 años.
Finalmente ha recogido el guante de la ministra Ribera, que esta semana apuntó que estaba abierta a «escuchar propuestas» para lograr un acuerdo aunque a fecha actual, «no se ha puesto en contacto» con el Foro de la Industria Nuclear.
«Confío en que todo el mundo actúa de buena fe, pero es responsabilidad del Gobierno fijar una estructura viable del sector en el marco del PNIEC», ha apostillado Araluce, que desea llegar a una «solución consensuada» con el Gobierno al que considera «primer interesado» en evitar el «inevitable» cierre nuclear de no cambiar las cosas para garantizar el cumplimiento de los objetivos a 2030.