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21 noviembre 2024
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Las consecuencias legales de atropellar sin querer al perro… e intentar deshacerse de él

En vez de facilitarle asistencia veterinaria, metió a su perro malherido en un saco, para arrojarlo después a un contenedor de basura y dejarlo morir allí. En consecuencia, se procedió a la investigación de esta persona como presunto autor de un delito contra los animales.

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Efectivos de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Paprona), de la Guardia Civil de Hellín, han investigado a un vecino de una pedanía hellinera, como presunto autor de un delito de maltrato animal.

Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Hellín tuvieron conocimiento, a través de distintas redes sociales, de la aparición en un contenedor de basuras de la pedanía de Mingogil-Hellín, y dentro de un saco, de un perro gravemente herido.

Tras la detenida visualización de las imágenes y videos colgados en varias redes sociales se pudo verificar que el animal presentaba graves heridas en la cabeza y la fractura de una de sus patas.

El perro aullaba de dolor dentro del contenedor

Los aullidos del animal dentro del contenedor llamaron la atención de una viandante, quien al descubrir el estado en que se encontraba el animal avisó a la protectora de animales hellinera ‘Refugio de Sori’, que se hizo cargo del can en primera instancia.

Debido a las graves lesiones que presentaba el animal, fue trasladado a una clínica veterinaria de Hellín para ser atendido de urgencia. Al día siguiente, fue trasladado nuevamente, esta vez a la fundación de rescate de animales de la Comunidad de Madrid, ‘Fundación Animal Rescue¡, donde, tras realizarle varias intervenciones quirúrgicas, no se pudo salvar su vida.

A raíz de estos hechos, agentes del Seprona de Hellín realizaron gestiones con la protectora y con la fundación que habían intervenido en las labores sanitarias, al objeto de esclarecer los hechos, solicitando la realización de una necropsia por parte de la fundación, al tratarse de un posible delito de maltrato animal.

Tras la recepción de la necropsia, y comprobación de que el perro fallecido, de raza Yorkshire Biewer, de 17 años de edad y de nombre «Tobi», era propiedad de un vecino de una pedanía hellinera, este reconoció ante la Guardia Civil que lo había atropellado accidentalmente en el patio de su casa al encerrar su vehículo. En vez de facilitarle asistencia veterinaria, lo metió malherido en un saco, para arrojarlo después a un contenedor de basura y dejarlo morir allí. En consecuencia, se procedió a la investigación de esta persona como presunto autor de un delito contra los animales.


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