Tras lo llovido últimamente, Entrepeñas y Buendía están a punto de sufrir un hachazo, en forma de mayores derivaciones que de costumbre hacia el Levante. Es lo que tiene la actual (mala) regulación del Trasvase.
Desde la Oficina de Turismo de Sacedón han caído en la cuenta de que los visitantes de la zona pueden llegar a creer que el embalse de Entrepeñas está lleno o casi. Pero no.
El problema, que muy bien ilustra la imagen que han distribuido, es que la vegetación se ha ido adueñando, año tras año, de cotas de las laderas que en tiempos estuvieron bajo el agua y que están al sol desde hace lustros.
Además, en sus redes sociales han planteado otros argumentos, que compartimos:
«A Entrepeñas le falta un 32% de agua que ahora mismo es vacío. Y a Buendía le falta un desgarrador 68% de agua».
«Nos falta para verlos llenos más del doble del agua que tienen ahora mismo».
«Las cantidades de agua que vemos actualmente es lo mínimo que deberían tener como embalses de regulación hiperanual que son».
Pues eso: ni más, ni menos. O, por decirlo, que falta mucho más que deje ser tan poco como casi siempre.