La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía ha asegurado que el nuevo trasvase de 38 hectómetros cúbicos de los embalses de la cabecera del Tajo al río Segura «sentencia» a estos pantanos, que «dicen adiós al verano ya en abril».
La Asociación ha afirmado que el 75 por ciento del agua está saliendo del embalse de Entrepeñas, con menor capacidad que Buendía, «un desequilibrio que provoca aún más daño». «Entra menos agua de la que consideran los informes del Ministerio, pero se trasvasan 22 metros cúbicos por segundo, dos hectómetros cúbicos al día. El canal de Isabel II tiene 16 metros cúbicos por segundo, por lo que podría abastecerse a una comunidad autónoma como Madrid sin problema con ese volumen de agua», han señalado desde la Asociación en nota de prensa.
La organización ha señalado que «hay ligas que se pierden en diciembre y veranos que se pierden en abril», mostrando su «impotencia» por «cómo se desaprovecha un nuevo ciclo húmedo» y las previsiones envían a los embalses de cabecera a nivel 3 para principios de junio. «Cuando más falta nos hará el agua, será otro verano cuando no la tengamos», ha lamentado por su parte la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles Sierra. «El olor a lodo y podredumbre nos acerca al Mar Menor, pero no atrae precisamente turismo sino pobreza y enfermedad», ha añadido.
«La vida pasa y el Trasvase sigue, cumpliendo escrupulosamente la ley del Memorándum que obliga a enviar el agua, pero haciendo la vista gorda con la parte en la que se habla de la prioridad de almacenaje en la cuenca cedente», denuncia el vicepresidente, Borja Castro, que considera «innecesarias las derivaciones de agua porque hay agua de sobra en la cuenca del Segura y más que va a haber el próximo jueves cuando, Dios no lo quiera, tengamos que lamentar de nuevo las roturaciones salvajes en torno a ciudades como Los Alcázares por culpa de nuevas inundaciones».
Los ribereños han manifestado que sigue habiendo 120 hectómetros cúbicos del sistema trasvase almacenado y los embalses del Segura están al 40 por ciento, haciendo hincapié en que está siendo un año especialmente húmedo en la Región de Murcia, que ha sobrevivido más de medio año sin trasvase y sin consumir sus propios recursos. «Siquiera las desaladoras, que continúan sin utilizarse a pesar de todas las advertencias de Europa al respecto», han apostillado.
Mientras, el cambio de las reglas «va lento» y todavía debe esperar una segunda ronda de reuniones en el Consejo Nacional del Agua, lo que podría tardar todavía meses. «Al ritmo que van, cuando quieran aplicar las modificaciones tendrán que volver a redactarlas para cumplir con los caudales ecológicos en 2022», han concluido desde la Asociación.