El próximo 28 de septiembre comenzará oficialmente un nuevo curso académico en la Universidad de Alcalá, que estará marcado por las medidas de seguridad e higiene a las que obliga la actual pandemia de COVID-19.
Está previsto que las actividades formativas se desarrollen de forma semipresencial, una combinación de actividades presenciales en aulas y laboratorios, siempre que la situación epidemiológica lo permita, y de actividades a distancia.
Con carácter general, de acuerdo con el Plan de Actuación para la Adecuación de la Actividad Universitaria en el presente curso, aprobado el pasado mes de julio por el Consejo de Gobierno, es obligatorio el uso de mascarilla en todos los espacios universitarios y se garantizará una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Además, tratarán de escalonarse las entradas y salidas, tanto de edificios como de las aulas, y se ha organizado y señalizado la circulación de personas y la distribución de los espacios, con el fin de evitar la formación de aglomeraciones en las instalaciones.
Por otro lado, los centros disponen de reserva de mascarillas, dispensadores de gel hidroalcohólico para la higiene de manos y se han reforzado los servicios de limpieza. Cada uno de ellos, cuenta con un Plan de Contingencia que prevé las actuaciones a realizar y los mecanismos de coordinación necesarios ante los posibles escenarios, y también con una persona responsable para todos los aspectos relacionados con el COVID-19.
En cuanto a los aforos en las aulas, estos serán de un máximo del 50% de la capacidad de las salas y de un máximo de 50 personas por actividad.
Docencia semipresencial en grado y posgrado
En grado, las acciones formativas se desarrollarán inicialmente de forma semipresencial, combinando actividades de docencia presencial en las aulas y los laboratorios, con otras a distancia, tanto en tiempo real, como grabadas. Por su parte, en la mayoría de los másteres universitarios, las actividades docentes son presenciales, ya que, por lo general, son grupos pequeños de no más de 25 estudiantes.
El modelo será flexible, adaptándose en cada momento a las variaciones de las circunstancias sanitarias y normativas. En el caso más desfavorable, si impusieran un confinamiento, se reconducirá toda la enseñanza a un formato online o a distancia.
Prácticas
Al igual que con el resto de la docencia, se mantendrán los programas de prácticas aprobados en las memorias y las guías docentes de cada titulación. Si no fuera posible, un porcentaje de las actividades prácticas se desarrollarán de forma telemática, garantizando siempre la adquisición de contenidos y competencias.
Las prácticas clínicas, las deportivas (algunas de las de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Magisterio), los Practicum, las Prácticas Tuteladas de Farmacia y las prácticas externas se llevarán a cabo atendiendo siempre a la normativa que aplique cada una de las instituciones en las que se realizan.
Apertura de bibliotecas y salas de estudio
El objetivo sigue siendo ofrecer un servicio de calidad. Independientemente de la presencia física y apertura de edificios, seguimos apoyando las actividades del personal docente, investigador y de los estudiantes.
En las salas de estudio se limitará el aforo, contemplando las medidas higiénicas y de distanciamiento. Para los préstamos se requiere cita previa y los usuarios no podrán retirar los libros directamente. Además, seguirán reservándose las salas de trabajo en grupo, al menos las de mayor capacidad, reduciendo su aforo para permitir la distancia interpersonal.