La Delegación del Gobierno de España en Castilla-La Mancha ha desactivado la presencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la provincia de Albacete, tras cumplir su misión en las comarcas de la sierra albaceteña y producirse una sensible mejoría en el episodio de nevadas respecto a los días precedentes. Estos efectivos se desplazaron hasta allí desde el primer momento, el día 6 de enero, y han actuado en municipios de la Sierra del Segura y Campo de Montiel.
En Guadalajara no se les ha visto, a pesar de que el alcalde de la capital alcarreña, solicitó formalmente su auxilio. Otro tanto ha ocurrido con Cabanillas del Campo, donde José García Salinas, su alcalde, también reclamó está ayuda. Testimonios llegados a esta Redacción aseguran que efectivos de la UME sí han acompañado a la última entrega de vacunas en la provincia, pero nada más.
En la ciudad de Toledo han tenido más suerte, o como haya que llamarlo, y acaban de recibir a la UME, tras varios días de espera.
En efecto, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Brigada Paracaidista se encuentran desplegados desde anoche en la capital regional, donde han efectuado trabajos de limpieza y conexión de vías, principalmente para garantizar el servicio del AVE Madrid-Toledo y la movilidad en el casco de la ciudad.
A lo largo de esta jornada, se espera que Toledo reciba también la asistencia y apoyo de los bomberos forestales de la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), cuya base de operaciones se encuentra en La Iglesuela (Toledo) y que depende del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.