En nuestra ciudad, la OMIC presta sus servicios desde hace tres décadas, primero desde su ubicación original en el centro social de la calle Cifuentes, y desde hace unos años en el CMI “Eduardo Guitián”, en la zona de Aguas Vivas. Su actividad sirve para hacernos una idea aproximada de lo que "protestones" que somos o de lo conformistas que podemos llegar a ser. Y, sobre todo, de qué es lo que más nos inquieta como consumidores.
En 2017 se atendieron un total de 2.742 demandas de consumidores, de las cuales 2.415 fueron consultas y 327 reclamaciones relacionadas con quejas por el mal funcionamiento de servicios o productos de distinta índole.
Según las estadísticas de la OMIC, del total de reclamaciones y consultas, la mayoría, un 54,7%, fueron presentadas por hombres, y un 45,2% por mujeres. Un 50% de las atenciones se realizan in situ, de forma presencial en la oficina; un 35% por teléfono y el 15% restante por correo, fundamentalmente, electrónico.
Por sectores, la “telefonía”, sigue la tendencia desde hace bastantes años, y es el sector que más reclamaciones genera, con algo más del 40%. Le siguen las relativas a reparaciones de terminales de teléfonos; electricidad y gas, automóviles: reparación y compras. La lista continúa con otros sectores como muebles, seguros, tiendas de ropa, bancos, comercio electrónico, viajes, clínicas dentales...etc.
El 64% de las reclamaciones se solucionan de forma satisfactoria para el consumidor desde la OMIC. El 36% restante se resuelve por otras vías: el 15% por otros organismos competentes en consumo; 7% a través de arbitraje, un 6% se enviaron al servicio de consumo de la Junta, por si procedía expediente sancionador, y un 8% restante no se pudo resolver.