A partir de las siete de la tarde del kunes, Sigüenza acudía a la cita con la Navidad por excelencia. Llegaba el momento de la Gran Ronda. Salió desde la Plaza que lleva el nombre de la Rondalla de Sigüenza, como reconocimiento de la labor que, en pro de las tradiciones de la ciudad, lleva desempeñando La Rondalla Seguntina desde 1951, hace ahora 68 años. Fue entonces cuando Pepe Cerezo y Pedro Pardillo la refundaron.
La historia de la Rondalla seguntina es “la de un batallón de hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños que se comprometieron con la música y con su pueblo, que dedicaron muchas de sus horas, sacrificando su tiempo libre, al ensayo de canciones y de bailes para que el público disfrutara aquí y allá”, contaba Pepe Cerezo, principal valedor de la música popular en la ciudad durante los últimos sesenta años y refundador de la Rondalla, junto a su amigo Pedro Pardillo.
Los dos, lamentablemente ya no están, y sus compañeros, les recuerdan. Ayer correspondió a Miguel Puertas, presidente de la Rondalla, dar comienzo a la Gran Ronda, con unos cuartetos escritos de su puño y letra. Y, como no podía ser de otra manera, se refería a quienes empezaron la Rondalla. Cientos de seguntinos salían, a continuación en dirección a la Plaza Mayor, primero por la Plaza de Don Hilario Yabén y después por la calle del Cardenal Mendoza, para llegar al corazón mismo de la ciudad. El paso de la Gran Ronda iba añadiendo nuevos integrantes a su estela sonora. Bandurria, laúd y guitarra, acompañados por clarinete y trombón, y por supuesto, por el hierro, y las voces de los seguntinos, se unían para hacer, una vez más, la Nochebuena Seguntina.
Por fin, la comitiva llegaba a la Plaza Mayor, donde los presentes pudieron combatir el frío, menos que otros años, con un caldito caliente, un vaso de vino, bocadillo de jamón y unos bollos, que ofrecían los integrantes de la Rondalla. Por supuesto, la ronda terminaba con el otro clásico de la Navidad local, como es el villancico de Las Doce Palabritas. La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, fue una de las integrantes de la Gran Ronda de Navidad. “Si el sábado les escuchábamos en El Pósito, hoy lo hemos hecho en las calles de Sigüenza, poniendo la banda sonora a nuestras fiestas e invitando a acompañarles a toda la ciudad. Nuestra Rondalla es el espíritu de nuestra Navidad, y nos lo ha contagiado a todos”, señalaba.