Es una de las celebraciones religiosas más entrañables para los nacidos, criados o simplemente residentes en la ciudad de Guadalajara. Basta con conocer un poco del sentir del arriacense para saber hasta qué punto es importante la procesión del Corpus, tanto cuando se celebraba en el más tradicional jueves o como desde hace años en domingo, donde las autoridades eclesiásticas persisten en mantenerlo, a salvo de los eventuales vaivenes del calendario festivo marcado por la Administración.
Sea como fuere, en el último día del largo "puente" laboral que se ha disfrutado en Castilla-La Mancha, han sido muchos miles los vecinos de Guadalajara que se han asomado a las calles del centro de la ciudad para acompañar a la Custodia, a los apóstoles de la cofradía, a los niños de primera comunión… y a madres, padres, abuelas y demás familia que los flanquean incansables y que siguen siendo, año tras año, los más apabullantes protagonistas de una procesión que en muchos momentos ha tenido más de anarquía que de orden.
Y por encima de todos, el sol, que ha traído el calor a esta celebración del Corpus en Guadalajara, metidos ya como estamos en el verano.
La galería fotográfica que acompaña a estas líneas merece ser vista para repasar lo que ha sido este día tan especial en la capital alcarreña.