La especialista del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, Esther de la Viuda, acaba de hacerse con el Premio Extraordinario de la Universidad de Alcalá por su tesis doctoral, relativa a la calidad de vida en mujeres en edad fértil que emplean métodos anticonceptivos.
La doctora De la Viuda defendió en 2017 su tesis doctoral 'Desarrollo, validación y aplicabilidad de una escala de calidad de vida relacionada con la salud en mujeres en edad fértil que utilizan métodos anticonceptivos'.
El trabajo recibió la calificación de 'Sobresaliente Cum Laude', y fue propuesto entonces para optar al Premio Extraordinario, que es la máxima calificación que concede la Universidad. A lo largo de estos dos años se ha valorado el trabajo, el desarrollo científico de su autora y las publicaciones realizadas en torno a este tema, así como el factor de impacto del mismo, y como conclusión se ha decidido otorgar este reconocimiento.
Reducen el dolor menstrual
Su tesis doctoral se basaba en desarrollar y validar una escala de calidad de vida relacionada con la salud en mujeres que emplean métodos anticonceptivos. Frente a los prejuicios que aún existen respecto a los tratamientos hormonales, el estudio viene a demostrar que las mujeres que pasaban a utilizar la píldora o el DIU tienen mejor calidad de vida que las que no lo usan, ha señalado Esther de la Viuda, ya que a la función principal de evitar un embarazo no deseado se le suman beneficios añadidos al disminuir los síntomas menstruales y premenstruales, con "menos dolor menstrual y menor sangrado, así como un mejor control del ciclo".
Asimismo, ofrecerían beneficios en el caso de mujeres con síntomas androgénicos, como hirsutismo (exceso de vello) y también mejoras en la piel y en el tratamiento del acné, entre otros.
El trabajo se basaba en confirmar si la percepción que existe sobre los beneficios añadidos de los anticonceptivos se podía objetivar, y para ello se diseñó un cuestionario que finalmente recogía 19 ítems o cuestiones. El trabajo se validó mediante un estudio observacional prospectivo y multicéntrico en el que participaron 453 mujeres.
"Es un proceso de desarrollo y validación de una escala de calidad de vida, un proceso muy valioso, muy técnico, que nos permite disponer de una herramienta sencilla de aplicar e interpretar", ha indicado.
Una vez obtenida esta herramienta, "de gran valor para la investigación", se ha aplicado a diferentes trabajos relativos a anticonceptivos hormonales y a anticoncepción intrauterina, concretamente DIU hormonal. Ya existían estudios que demostraban su utilidad en el caso de mujeres con sangrado abundante y en las que se conseguía controlar el mismo, y en el caso del trabajo presentado por Esther de la Viuda se evaluaba a mujeres que emplean el DIU exclusivamente con fines anticonceptivos.
Sobre el seguimiento
En este sentido, la doctora De la Viuda ha apuntado a la conveniencia de registrar, de manera sistemática y en el momento de prescribir el método, la situación basal de la mujer mediante una sencilla escala o cuestionario relacionado con la dimensión social, psicológica, física y sexual de las mujeres. A los seis meses de tratamiento se volvería a cumplimentar esta escala para verificar si la situación de la mujer mejora en todos estos aspectos.
El hecho de poder objetivar esta mejora, ha aseverado, puede influir positivamente en un mejor cumplimiento del método anticonceptivo, ya que "en general las mujeres tienen la percepción errónea de que las hormonas son malas para su salud".
Esther de la Viuda ha mostrado su satisfacción ante este reconocimiento de la Universidad a su trayectoria profesional y al alto nivel de su trabajo, que ha sido recogido en numerosas revistas de impacto y especializadas.
Asimismo, ha manifestado su agradecimiento a los miembros del servicio de Ginecología y Obstetricia, especialmente la jefa de dicho servicio, María Jesús Cancelo Hidalgo, quien además ha dirigido la tesis, y al resto de profesionales que han colaborado con su trabajo. Además, ha valorado la ayuda prestada desde el servicio de Informática, en especial Javier Macías del Campo, y por parte de la Unidad de Calidad, Investigación, Docencia y Formación, con especial mención a los doctores Rafael Magro Perteguer y Miguel Torralba González de Suso.