Meses después, el asunto de la clausurada pasarela peatonal entre la Plaza de España y Aguas Vivas ha vuelto a ser objeto de atención municipal, lo cual no significa que se le haya dado solución ni inmediata ni mediata ni con un plazo determinado.
Ha sido en respuesta a una pregunta de José Morales (de Unidas Podemos) cuando este lunes ha respondido Rafael Pérez Borda, detallando el concejal en qué momento se encuentra la ya tan dilatada reparación.
Según recordaba el edil responsable de Urbanismo, fue en mayo pasado cuando se adjudicó la redacción del proyecto de reparación a una consultora, que apuró los dos meses de que disponía para presentar el documento ante el Ayuntamiento. Una vez recibido, los técnicos observaron aspectos que requerían mejora y se les reclamó a los consultores externos una nueva versión, corregida. A estas alturas del año, ya en septiembre, no lo han hecho todavía.
Cuando se disponga del proyecto técnico, el Ayuntamiento deberá licitar la obra en sí, encontrar quien se comprometa a hacerla y esperar a que se ejecute. Visto lo cual, el concejal Pérez Borda no ha osado dar una fecha, ni siquiera aproximada, de finalización.
No obstante, el concejal de Ciudadanos, ha afirmado enfáticamente que a esta obra se le concede una «urgencia máxima» por parte del equipo municipal de gobierno, puesto que lo consideran «un objetivo prioritario».
Polémicas primaverales pospuestas hasta el otoño… o más
La pasarela era desde meses antes de todo lo anterior objeto de numerosas, y afiladas, críticas en redes sociales por su pésimo estado de conservación. Fotografías con tablones rotos, que dejaban ver el vacío bajo los pies de los viandantes, se subieron oportunamente a Twitter.
En junio de 2022, se aseguraba desde el Ayuntamiento de Guadalajara que ya estaban trabajando, «a través de una asistencia técnica», en la reparación integral de la pasarela peatonal que conecta la calle Ingeniero Mariño con el barranco del Alamín y a su vez con la rotonda del retén de Cogolludo. Más allá, el barrio de Aguas Vivas y el siempre frecuentado centro acuático y el Multiusos.
Entonces se cifraba en semanas el tiempo necesario para rematar el proyecto de actuación y licitar los trabajos para que, al finalizar el verano, se pudieran comenzar esas obras, para las que el Ayuntamiento cuenta con un presupuesto de 310.000 euros. La fecha prevista, obviamente, se sobrepasará ampliamente.
Desde el equipo municipal de gobierno se destacó la pasada primavera que «se trata de una pasarela que no ha sido objeto de ningún tipo de mantenimiento desde hace demasiados años» por lo que ya no es posible sustituir las piezas de madera «y se convierte en obligatorio actuar en la estructura».
Para garantizar la seguridad de los peatones, el Ayuntamiento decidió cerrar la pasarela y prohibir completamente el paso hasta que la estructura esté completamente reparada, «lamentando las molestias que esta situación pueda generar».