Sea porque empieza en el cargo, sea por su propia personalidad, lo cierto es que el cardiólogo Javier Balaguer va a acelerar los latidos de más de un político con estas primeras declaraciones en LA CRÓNICA. Hay que leerlas hasta el final, eso sí, porque sólo en su conjunto es posible calibrar que el tono es más mesurado de lo que puede hacer creer alguna de de sus frases. En cualquier caso, una entrevista sin desperdicio.
El doctor Balaguer es, desde hace apenas un mes, el nuevo presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara (ICOMGU) y en su análisis de la pandemia no muestra reparos a la hora de la crítica. Asume, incluso como cualquier profano, que la primera fase de la pandemia fue un «auténtico tsunami», que fueron «incapaces» de gestionar porque «sorprendió a todos». Pero enseguida viene la crítica directa, al recordar que la gestión debería haber estado «en manos de profesionales». Y , a continuación, la siguiente andanada: Balaguer se muestra crítico ante el hecho de que las decisiones se sigan adoptando con un pensamiento «absolutamente político».
«Creo que el Colegio de Médicos no ha dejado oír su voz lo suficientemente alto, tanto a nivel de esta provincia como probablemente a nivel estatal», lamenta en una entrevista concedida a Europa Press para LA CRÓNICA.
Riesgo de una quinta ola
Considera Balaguer que el COVID-19 ha dejado clara la necesidad de «potenciar» la sanidad y ha lamentado que tras finalizar el estado de alarma haya gente que entienda que la pandemia ha concluido. Es «un error» que «se puede pagar, desgraciadamente, en semanas» con una quinta ola si no se controla la situación, advierte.
«Lo único que nos va a permitir salir de esta pandemia es la vacunación y cuanto más tiempo tardemos de vacunarnos, más probabilidades le estaremos dando al virus de que mute y más posibilidades de que se necesite una nueva vacuna», enfatiza.
Él mismo enfermó de COVID
El presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara fue uno de los primeros afectados en esta crisis sanitaria. Admite el doctor Balaguer que lo vivido le ha marcado «bastante». Tuvo un ingreso prolongado y una recuperación larga. A partir de esa experiencia personal tiene una idea muy precisa del problema que supone enfermedad tanto desde el punto de vista individual como para el sistema sanitario.
«Es una enfermedad en la que la soledad es un agravante; y si el cuadro es grave, es muy dura», reconoce, en base a su propia experiencia.
Optimista ante el futuro
De cara al futuro, se muestra más optimista por lo que se refiere a la capacidad de combatir futuras pandemias o rebrotes de la actual, pues cree que algunas de las medidas contempladas a raíz del COVID en el hospital, como por ejemplo nuevas unidades tanto de cuidados intensivos como unidades de reanimación, van a permitir aumentar dicha la capacidad. «El Hospital de Guadalajara va a ser capaz de recoger las nuevas necesidades», afirma.
Reconoce que esta crisis sanitaria ha condicionado mucho la forma de trabajo, incrementando de manera «importante» la carga asistencial, ha cambiado el tiempo de dedicación a los pacientes, cambios que se han producido de manera «un tanto desordenada».
Aún hay «sobrecarga asistencial»
En su opinión, todavía sigue existiendo «sobrecarga asistencial» en el hospital en áreas como Urgencias, Cuidados Intensivos y Anestesia y Medicina Interna y Geriatría, porque son las que están más directamente vinculadas con el COVID. Junto con eso, también reconoce que se ha dotado al centro hospitalario de más personal, se han readaptado áreas y se han incrementado las camas de cuidados intensivos. «Esto nos va a permitir tener un Backup lo suficientemente importante como para estar más tranquilos», ha apostillado.
«La situación del hospital no es la ideal pero si es razonablemente buena, estable y soportable», ha destacado tras asegurar que en su colectivo, «afortunadamente», no ha habido muchas bajas pero sí un «porcentaje alto» de afectados por COVID.
Indulgente con la Junta, preocupado con Atención Primaria
En cuanto a la gestión de esta pandemia por parte del Gobierno regional, ha apuntado que ha sido «bastante razonable» aunque sin negar que podía haberse mejorado e incidiendo en que, en todo caso, no cree que sea el momento de hacer críticas.
Bajo su criterio, en general, las necesidades de la mayoría de los servicios se han atendido, aunque le preocupa muy especialmente la situación de la Atención Primaria, postulándose partidario de que se vaya recuperando la presencialidad con las medidas necesarias porque «es esencial tener la paciente frente a uno para poder realizar un diagnóstico adecuado».
No niega que la telemedicina es un «nuevo elemento» que va a ser «un cambio positivo», pero siempre como complemento. «El médico sin pacientes tiene poco sentido», ha subrayado.
Aunque no le constan datos, ha reconocido en esta entrevista que el coronavirus está afectando de forma «bastante negativa» a las listas de espera porque la capacidad de intervenciones quirúrgicas durante la primera ola «se quedó prácticamente bloqueada», pero ha matizado que las patologías urgentes no se han dejado de atender.
Sobre la colaboración público privada en esta pandemia, el presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara ha señalado que «puede ser adecuada» siempre y cuando no produzca un menoscabo en la pública.
El futuro del Colegio de Médicos
Se ha mostrado muy ilusionado con el reto de presidir este colegio y prefiere hablar del futuro frente al pasado aún reconociendo que la independencia del ICOMGU de la clase política «es siempre un valor añadido», en clara referencia a la vinculación del anterior presidente con una formación política aunque sin mencionarlo.
Balaguer decidió presentarse a presidir el Colegio de Médicos de Guadalajara precisamente porque creía que era necesario un cambio que conllevara un mayor aperturismo del órgano colegiado como «una estructura abierta» a los médicos. «Hasta ahora no ha sido así y los médicos no nos hemos sentido integrados», ha subrayado.
Quiere cambiar muchas cosas en el Colegio, y para ello tiene previsto realizar una «tormenta de ideas» con el fin de conocer sus necesidades. Espera también que a partir de ahora se pueda mantener una relación mucho más estrecha con todos los organismos porque «la misión del Colegio es poner su conocimiento al servicio de la sociedad».
En cuanto a las principales demandas de los médicos de una provincia tan dispar como Guadalajara, ha subrayado que la situación laboral necesita una revaluación porque el porcentaje de médicos con contratos precarios o interinidades «es alto», algo que se da también a nivel nacional y que le preocupa y quiere intentar solucionar.
Si bien cree que el sueldo importa, tiene claro que su colectivo valora más la calidad y la estabilidad en el trabajo, así como tener los medios necesarios para poder desempeñar su trabajo adecuadamente.
Por último, ha visto con preocupación las agresiones al colectivo sanitario y ha señalado que, aunque se han tomado algunas medidas, van a seguir vigilantes.