Tras una primavera especialmente lluviosa, el campo puede ser una auténtica bomba de relojería si no se extrema la prudencia. Ahora que todavía no hemos terminado con el coronavirus, una nueva amenaza se cierne sobre nosotros, en forma de los siempre temidos incendios forestales. Que la maleza o los sembrados no se conviertan en una tea es el objetivo de las medidas que se han presentado este lunes en Toledo.
El Gobierno de Castilla-La Mancha va a destinar más de 83,5 millones de euros a la campaña de extinción de incendios de este ejercicio. El plan lo ha presentado este lunes el consejero de Desarrollo Sostenible, el guadalajareño José Luis Escudero.
Habrá una campaña de sensibilización ciudadana para concienciar a los castellanomanchegos, tanto por medios de comunicación como por redes sociales, de que 9 de cada 10 incendios forestales son evitables y de que «en la responsabilidad de cada uno está el éxito colectivo contra el fuego».
La campaña comienza el 1 de junio
Tras detallar que el dispositivo, compuesto por cerca de 3.000 efectivos humanos y 25 medios aéreos –los mismos que el año pasado– «está preparado para reducir drásticamente el impacto de cualquier incendio ofreciendo un tiempo de respuesta muy óptimo», Escudero ha avanzado que otra de las novedades de la campaña que arranca el próximo lunes, día 1 de junio, será la información diaria, tanto a los medios de comunicación como a los ciudadanos en general, del Índice de Propagación Potencial de Incendios Forestales en la región, que avisará del riesgo de incendios.
El consejero, tras precisar que se trata de una campaña «histórica», pues se compatibiliza con la de emergencia contra el COVID-19, también ha indicado que un total de 170 trabajadores de Geacam darán continuidad a este dispositivo extraordinario articulado por el Ejecutivo regional para frenar la expansión del coronavirus.