A lo largo de 2020 vieron la luz en el Hospital de guadalajara menos alcarreños que en 2019. Se acaban de facilitar los datos del año pasado y la bajada no es intensa, pero sí existe: en esos doce meses se asistieron 1.273 partos, frente a los 1.348 de un año antes.
El descenso está en línea con el registrado en toda Castilla-La Mancha, un 5,33 por cient menos al contabilizarse 11.990 alumbramientos frente a los 12.666 de 2019, según han informado fuentes de la Consejería de Sanidad.
Esta tendencia se viene produciendo en los últimos años y aún es pronto para relacionar estos datos con la pandemia, según apunta la presidenta de la Asociación Castellano Manchega de Ginecología y Obstetricia, Esther Tello Jiménez, en declaraciones a Europa Press para LA CRÓNICA. La mejor alternativa para interpretarlo está en la economía, según ha podido comprobar este diario.
Si analizamos los índices de natalidad por 100.000 habitantes, se confirma que en la provincia de Guadalajara mantienen una tendencia a la baja desde hace años, después de los repuntes de la década pasada. Más concretamente, la caída coincide con la gran crisis económica de 2008 y no ha parado desde entonces. Del mismo modo, tras superarse la anterior crisis económica en 1993, el ascenso fue continuado. Para décadas previas habría que considerar otros factores.
En 2021 se puede agudizar la caída
La doctora Tello, ginecóloga que trabaja en Talavera de la Reina, se anima a hacer un vaticinio de lo que está por llegar. Explica que a finales del 2020 no se produjo una gran disminución de partos, por lo que no se puede atribuir a la pandemia esta caída en los datos. Sin embargo, señala de que ahora, a principios de año, sí que están viendo menos embarazos que en enero del año pasado. «A lo mejor este año sí que se nota el efecto de la crisis sanitaria y económica» en los nacimientos, ha declarado Tello Jiménez.
En cuanto a la organización en las consultas estos meses de pandemia, la presidenta de la Asociación Castellano Manchega de Ginecología y Obstetricia recuerda que las embarazadas no pueden acudir a consulta con sus parejas. Los partos en la era COVID también han cambiado. El protocolo que hay en la actualidad es que si la madre es COVID positivo, se le hace la prueba a la pareja, y si ésta es positiva, no puede pasar con ella. «Se tiene que marchar a casa para estar en aislamiento, teniendo que venir otra persona que sea negativo, con el fin de disminuir la carga viral del hospital».
Hay parejas, según ha apuntado Esther Tello, que no están de acuerdo con esta decisión pero «es una cosa que viene impuesta» desde la autoridad sanitaria.
Por otro lado, ha comentado que la incidencia de infección de COVID en gestantes es similar al del resto de la población. «Son gente joven, normalmente con poca patología de base», ha manifestado la ginecóloga, quien ha explicado que a una embarazada contagiada se la administra heparina para evitar el riesgo de trombosis.
Una tendencia larga de descenso… con excepciones
Desde 2008 se había venido produciendo una disminución en el número de partos atendidos en el Hospital de Guadalajara, en consonancia con la tendencia existente a nivel nacional. con todo, ha habido excepciones, como la de 2016- Ese año, un total de 1.572 partos eran atendidos en el Hospital General Universitario de Guadalajara, lejos de los de 2020.