Se sabía de la actividad de la mafia albanesa de la droga en la provincia de Guadalajara, hasta ahora confinada en lugares remotos y discretos. Así, en septiembre de 2019 se localizaba y desmantelaba con un gran despliegue policial una enorme plantación de marihuana en lo más profundo de la Sierra Norte. Luego vinieron más apariciones, reseñadas en informaciones de LA CRÓNICA como las que se acompañan al pie de esta noticia. Ahora, acaba de ocurrir algo similar, pero con el agravante de la proximidad a la capital, puesto que los detenidos operaban en Trijueque, Tórtola de Henares y El Casar.
Son cuatro los albaneses detenidos por la Guardia Civil, con edad entre 21 y 27 años, como responsables de plantaciones en el interior de chalés en las localidades antes citadas. Y se siguen repitiendo viejas costumbres: habían entrado en España por el aeropuerto de Barajas, donde fueron recogidos por el responsable de la organización, que después los trasladaba a las distintas plantaciones.
Pagaban bien y en «cash» a los propietarios de los chalés
Según detalla la Guardia Civil, las viviendas eran alquiladas por el “lugarteniente” del grupo criminal utilizando documentación falsa «y adelantando grandes cantidades de dinero que pagaba en efectivo en concepto de fianza y de alquiler». Llegaron a desembolsar unos 60.000 euros durante el tiempo en que han sido investigados.
El pasado 18 de octubre se practicaron tres registros domiciliarios en los tres pueblos donde se habían asentado, en los que se incautaron 2.230 plantas de marihuana, un vehículo, 1.810 euros, diverso material informático y efectos para la instalación de las plantaciones.
En esta operación también prestó apoyo la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC), distintas patrullas del Servicio de Seguridad Ciudadana y el Equipo Pegaso de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara con un dron.
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