Ha sido el propio presidente García-Page quien ha anunciado este miércoles la noticia: la Junta va a permitir que haya piscinas este verano «bajo condiciones de seguridad» y para que eso sea posible habrá, «en unos días», normativa específica regional para tal actividad, que será complementaria a la reglamentación de ámbito nacional.
Según ha recordado el presidente de Castilla-La Mancha, «los informes técnicos avalan que el agua de la piscina, como también la del mar, no es un elemento transmisor del virus». Ha subrayado, no obstante, que «sí hay que controlar entradas y salidas de las instalaciones, controlar aforos…».
La apertura de las piscinas municipales seguirá siendo competencia local. «El ayuntamiento que no quiera abrir, está en su derecho», ha puntualizado García-Page, quien ha avanzado que la normativa que se está ultimando también recoge los supuestos para las piscinas comunitarias. Estas instalaciones privadas son precisamente las que más complicado tienen su vuelta a la actividad bajo las limitaciones de la pandemia, como destacaba esta mismo lunes LA CRÓNICA.