El Gobierno de Castilla-La Mancha ha impulsado una campaña institucional en medios de comunicación contra la violencia machista con una serie de anuncios televisivos, cuñas de radio y cartelería gráfica en la que muestran el testimonio ficticio de tres mujeres asesinadas, de distintos rangos de edad y segmentos de la sociedad, mostrando sus cadáveres.
La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno, Blanca Fernández, ha sido la encargada de presentar en la sede del Gobierno autonómico esta nueva campaña de concienciación con el lema ‘Implícate’.
María, una abogada de 40 años que iba a ser madre por segunda vez; Adela, una jubilada de 66 años; o Fátima, una bailarina de 25 años, son las protagonistas de una campaña en las que se pueden ver sus cadáveres o el proceso en el que servicios forenses se hacen cargo de embolsar sus cuerpos.
«Campaña dura» contra la indiferencia
Blanca Fernández ha admitido que «puede que esta campaña sea dura», pero tiene la intención de remover una conciencia «individual y colectiva» contra esta lacra.
«No queremos dejar indiferente a nadie, porque la indiferencias en la mejor aliada de la violencia de género», ha abundado Fernández.
En otro orden de cosas, y a preguntas de los medios, Fernández ha apuntado que las llamadas de auxilio de mujeres víctimas de esta violencia de género repuntaron en torno a un 30% en el cómputo global de las semanas de confinamiento, extremo que se elevó hasta el 60% en las primeras semanas de abril, cuando el confinamiento fue total.
Ante este escenario, ha avanzado que el recurso asistencial extraordinario que se puso en marcha con motivo de la crisis sanitaria para atender el aumento de casos de violencia machista no solo mantendrá su actividad durante todo este año sino que seguirá operativo en 2021.
«Cuando una mujer ingresa en un centro de este tipo, no son ingresos para dos días. Muchas veces son incluso para muchos meses hasta que se rehabilitan, y por eso continuaremos prestando servicio el año que viene», ha explicado.
Fernández ha recordado que la inversión anual de su departamento en acciones para mitigar la violencia de género y acompañar a las mujeres víctimas ronda los 5,6 millones de euros, no solo para financiar la quincena de centros asistenciales que operan en la región sino para articular ayudas directas para impulsar la rehabilitación y emancipación de tanto de víctimas como de sus hijos.