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22 noviembre 2024
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La Junta protegerá los sonidos de unas campanas de Guadalajara: escúchalos aquí

En esta localidad se recuperó el toque manual de las campanas al no salir rentable a la parroquia el sistema mecánico que existía, ya que sufría constantes averías. Los toques en Alustante y en toda la comarca se basan en cuatro técnicas, a veces combinadas: la señal, el repique, el medio vuelo o medio bando y el volteo o bandeo.

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Antes de que cunda la euforia, hay que recordar que la protección que concede ser Bien de Interés Cultural no garantiza gran cosa. Ahí está el cercano ejemplo del Poblado de Villaflores, en trance de ruina total, pese a ser BIC desde hace años. Lo mismo ocurre con otros monumentos de la provincia. Pero no deja de ser todo un reconocimiento que  el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha haya dado el visto bueno al expediente iniciado en diciembre de 2019, por el cual se declara Bien de Interés Cultural el toque de campanas de la localidad guadalajareña de Alustante.

Alustante, en el Señorío de Molina, tiene apenas un centenar de habitantes. Posee un rico patrimonio artístico, histórico y cultural y su monumento más destacable es la iglesia parroquial, del primer tercio del siglo XVI.

Un esfuerzo de tres lustros

Durante más de 15 años, en colaboración con la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y la Asociación Cultural Hontanar, el Ayuntamiento de Alustante ha estado trabajando para la conservación de un conjunto de toques de campanas que representan uno de los medios de comunicación más antiguos de los que dispone el mundo rural.

En esta localidad se recuperó el toque manual de las campanas al no salir rentable a la parroquia el sistema mecánico que existía, ya que sufría constantes averías. El campanero Juan Martínez Fonfría interpretó de nuevo los toques tradicionales. Tras su muerte, en 1990, sus hijos y nietos continuaron con esta labor.

La mecanización del toque de campanas que se produce a partir de la segunda mitad del siglo XX ha tenido como consecuencia la casi desaparición del oficio de campanero. A finales de los años ochenta del pasado siglo aparecen los grupos de campaneros, estudiosos y asociaciones que, además de tocar las campanas, investigan, recuperan toques, fomentan restauraciones o difunden sus actividades.

El campanario de Alustante tiene cuatro campanas, cuya refundición se documenta repetidas veces desde principios del siglo XVI hasta 1974, año en que se hizo con la campana María. Construido en sillar de caliza muy blanda de Orihuela del Tremedal, el campanario de Alustante tiene una altura aproximada de unos 40 metros.

16 toques mantenidos en Alustante

Los toques que se han podido mantener llegan a 16, si bien con sus variantes se llega a más de una veintena. Aunque la base de la documentación son los recogidos en Alustante, las aportaciones de los campaneros del resto del Señorío de Molina han permitido contrastar la información y analizar hasta qué punto existían diferencias y similitudes entre los distintos pueblos.

Los toques en Alustante y en toda la comarca se basan en cuatro técnicas, a veces combinadas: la señal, el repique, el medio vuelo o medio bando y el volteo o bandeo.

En concreto, los toques propiamente dichos son: Toques de oraciones; toques de misa, toques de misa en ermitas, toque de rosario, repique de fiesta, repique de Domingos Terceros, toque de escuela (clase), toque de doctrina, toque de penitencia (confesión), toque de nublo (para conjurar tormentas), toque de concejo (aviso de eventos civiles), toque de rebato (de peligro), toque de perdidos (para avisar de que se había perdido una persona), toque de difuntos, toque de Gloria (niño difunto) y bandeo (fiestas patronales).

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