La Junta va a destinar casi 20 millones de euros, en concreto 18.913.709 millones, al bono social térmico para más de 76.000 familias de Castilla-La Mancha. Esto significa que no menos de 200.000 personas se beneficiarán de esta ayuda, que oscilará entre los 128 y los 373 euros. Supone, dicho de otra manera, que al menos 1 de cada 10 de los que viven en la región podrán acogerse a esta ayuda económica.
«Se trata de justicia social en vena para más de 76.000 familias y más de 200.000 personas de Castilla-La Mancha que tienen auténticas dificultades para poder pagar el recibo de la luz, calentarse en invierno y poder sostener las actividades básicas de su hogar», ha valorado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, en la rueda de prensa para informar sobre los asuntos del Consejo de Gobierno.
Estos casi 20 millones de euros suponen un incremento de un 136% respecto al año anterior, cuando se destinaron a este bono 8 millones de euros. Es el cuarto presupuesto más alto de toda España “para ayudar a las familias a que se puedan calentar en invierno”, ha enfatizado Blanca Fernández.
En cuanto a la cuantía de las ayudas, se calcula en base a la zona climática donde se encuentra cada familia y el grado de vulnerabilidad económica que presenta. Son beneficiarias del bono social térmico todas aquellas familias que ya lo eran del bono social eléctrico a 31 de diciembre de 2021.
La Junta se lo comunica a los beneficiarios
Esta medida, anunciada por el presidente García-Page el pasado 15 de marzo, ha empezado a comunicarse a lo largo del día de hoy a las familias beneficiarias, de forma que en una semana o diez días se empezarán a realizar los ingresos, “y lo haremos lo más rápido posible”, ha asegurado la consejera portavoz.
El bono social térmico es una de las medidas anunciadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha para paliar las consecuencias de la actual situación de subida de precios de la energía a la que tienen que hacer frente las familias.
Sus objetivos son compensar los gastos de suministro de energía para usos térmicos, como calefacción, agua caliente sanitaria o cocina; reducir el impacto de la subida de precios de la energía y, de esta manera, proteger a las familias más vulnerables.
El Ejecutivo regional, en colaboración con el Gobierno de España, asume la gestión de esta ayuda, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible desde 2020 en Castilla-La Mancha.