El Gobierno de Castilla-La Mancha espera «poder rebajar un poco más las medidas de contención» del coronavirus este sábado. Lo que se decida se plasmará en un Consejo de Gobierno extraordinario, que evaluará la situación y fijará el nuevo cuadro de restricciones por el COVID.
Quien lo ha avanzado este lunes ha sido el propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, desde Nerpio (Albacete). El jefe del Ejecutivo regional ha destacado que la ciudadanía se está «portando muy bien», aunque ha insistido en animar a continuar cumpliendo las leyes y hacerlo con cautela, porque el «el virus se mueve» sea Navidad, Semana Santa o verano.
Ha destacado García-Page que desde que se tomaron las medidas más severas hace un mes se han evitado 3.000 hospitalizaciones. Ha subrayado, no obstante, que si la situación empeora habrá que volver a poner medidas en marcha. También ha aludido a que este año los casos oficiales de gripe han sido 7 en España y ninguno en Castilla-La Mancha.
Del mismo modo, ha confiado que en marzo se cumpla el objetivo de que ningún profesional sanitario de Atención Primaria sobrepase la atención de 2.000 tarjetas sanitarias.
Los datos reflejan la mejoría
Sobre los datos de COVID, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha asegurado que «estamos mejor» en la región, ya que este lunes hay menos personas ingresadas en los hospitales, un total de 700, y hay 181 en las UCIs.
«Dista mucho de la primera ola y dista mucho de hace 14 días. Tenemos 500 personas menos ingresadas que hace 7 días en nuestra camas hospitalarias», ha reseñado el responsable sanitario.
Poco a poco –ha apuntado– «vamos bajando» las cifras, lo que, según ha explicado, permite atender a los pacientes que no tienen COVID.
Asimismo, ha advertido de que ir suavizando las medidas exige a los ciudadanos «más responsabilidad», al tiempo que ha avisado de que «el virus se mueve con las personas y las personas son las que se tienen que cuidar», y la mejor manera de hacerlo es siendo prudentes.