Este martes, la Guardia Civil desactivaba una granada de mortero originaria de la Guerra Civil, por lo que llevaba oculta alrededor de 87 años. A diferencia de otros muchos casos, en los que el hallazgo se produce en el campo por cazadores o incluso mientras se realizan labores agrícolas, esta vez lo encontró una persona entre los escombros de una vivienda, en Fuentenovilla.
Hasta el lugar se desplazó una patrulla del Servicio de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Sacedón, y el Equipo de Búsqueda y Localización de Artefactos Explosivos (EBYL) de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara.
Tras ubicar y analizar el estado de conservación del artefacto –que se encontraba intacto, con toda su carga explosiva– se dio aviso al Servicio de Desactivación de Explosivos (SEDEX) con base en Valdemoro (Madrid), para que se hiciese cargo.
El desenlace, el habitual: se procedió a su explosión controlada en una cantera
próxima, localizada en el término municipal de Loranca de Tajuña.