Menos de 3.500 casos es lo que se ha detectado hasta ahora en la campaña de gripe, con datos de 11 de las 17 comunidades españolas. Repunta en estos días, cuando casi deberíamos estar ya en el final de la campaña.
En la semana del 7 al 13 de marzo se detectaron 509 virus de la gripe, lo que supone una considerable subida con respecto a los siete días anteriores, cuando se identificaron apenas 135 detecciones de virus de la gripe. Ya la semana anterior se triplicaron las detecciones, desde los 56.
«No viene una pandemia de gripe, no hay que preocuparse. Estamos en temporada gripal desde el 1 de octubre hasta el 31 de marzo, estamos en la parte tardía de la epidemia anual normal. Aunque sea tardía está todavía dentro de la temporada normal», explican desde el Centro Nacional de la Gripe.
El director de este organismo, José María Eiros Bouza, ha pedido tranquilidad ante la subida de las detecciones del virus de la gripe que se está produciendo en las últimas dos semanas, algo que ha achacado a la «normalidad» pese a que estamos en el período final de la temporada.
El Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE), constituido por epidemiólogos y virólogos de las comunidades autónomas, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha detectado hasta el 13 de marzo 3.427 casos de gripe en lo que llevamos de temporada en once comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y La Rioja).
Aprovechando el espacio que deja el COVID
Según el experto, la subida se debe a que la gripe está ocupando poco a poco el espacio que le suele corresponder dentro del ecosistema de los virus respiratorio en invierno, toda vez el SARS-CoV-2 está perdiendo terreno tras el final de la sexta ola.
«Cuando hay circunstancias de virus pandémicas con mucho protagonismo, como el de la gripe en 2009, se comportan de manera hegemónica. Durante esa pandemia el virus sincitial respiratorio (VRS) buscaba los huecos o los nichos que dejaba el virus A», ha detallado.
Ahora, la situación se reproduce pero con el SARS-CoV-2 y la gripe actual. «Ocurre que ahora estamos decreciendo en la sexta ola, con tasas de infección muy moderadas, y la gripe ha aparecido. Lo venimos detectando desde enero. Hemos crecido en un hospital medio español de prevalencias inferiores al 1 por ciento al 40 en marzo», ha señalado.
Sin embargo, ha afirmado que no les preocupa este aumento. «¿Nos preocupa? No. Es simplemente que detectamos mayor actividad. No alarmaría más a la gente. La actividad de la gripe tampoco es tan importante, es moderada pero no pasa nada. Hasta ahora hemos tenido una temporada benigna, aunque pudiera desplazarse un poco en el tiempo», ha explicado.
Sobre las consecuencias del SARS-CoV-2 en el comportamiento de la gripe, el experto vaticina que el impacto de la pandemia se verá «con posterioridad». «Cuando seamos capaces de analizar retrospectivamente la prevalencia de otros virus respiratorios», ha apostillado.
Como lecciones a aprender, José María Eiros Bouza defiende que «no hay que bajar la guardia nunca en el diagnóstico». «Hay que tener capacidad de diagnóstico y detección y recordar siempre que las campañas de vacunación antigripales pueden resultar efectivas. Hay que incorporar métodos de diagnóstico vírico que siempre suponen un beneficio: permiten etiquetar los cuadros clínicos, minimizan la prescripción de antibióticos y favorecen la no aparición de infecciones bacterianas», ha remachado.