La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha pondrá en marcha esta primavera su escuela de pastores regional, una iniciativa de la que fueron conocedores los lectores de LA CRÓNICA el pasado mes de noviembre.
Con todo, no parece que esta escuela vaya a resolver el problema de falta de mano de obra en este ámbito en la provincia de Guadalajara, al menos a corto plazo. Esta escuela, auspiciada por la Junta de Comunidades, nace con el objetivo de que siga habiendo ganaderos de extensivo comprometidos específicamente con la oveja de raza manchega, pues son la base necesaria para el queso manchego, «el mejor patrimonio inmaterial que tiene Castilla-La Mancha», según destacan desde el propio consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
En 2021 «ha sido el año del récord del queso manchego», ya que se han producido un total de 17,1 millones de kilogramos de queso manchego, «la cifra más alta de la historia», ha destacado el consejero.
En contraste a esta cifra, ha recordado que, al inicio de la Denominación de Origen ‘Queso Manchego’, la producción giraba en torno a los 120.000 kilogramos, lo que ha supuesto «una gran evolución en cantidad y en garantía de calidad» a lo largo de sus 40 años.
La oveja alcarreña, al borde de la extinción
La propia Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural abrió a principios de 2021 una línea de colaboración con la Asociación de Ganaderos de Raza Ovina Alcarreña (AGRAL). El objetivo era la mejora genética de esta especie de oveja, en peligro de extinción, a través de la investigación.
Con ello se esperaba hace más de un año conseguir que sea más productiva y más rentable. La oveja alcarreña es una raza autóctona, aprovechada esencialmente para carne e incluida en el libro genealógico de la región. Actualmente se cría en 14 explotaciones, con con una cabaña de unas 10.000 cabezas.
Pueden ser de un blanco uniforme y también negras con manchas blancas en la nuca y en la parte de la cola. Una hembra adulta pesa entre 40 y 55 kilos y los carneros, entre 65 y 80 kg. Los corderos se mantienen hasta que alcanzan los 12 ó 15 kilos, rematándose su crecimiento normalmente en cebaderos industriales, hasta casi doblar su peso.
Siempre se ha explotado la oveja alcarreña en régimen de pastoreo, en rebaños de hasta 300 cabezas.