No ha hecho falta esperar a la madrugada del domingo para ver coches en todos los carriles de entrada y salida por la A-2, en su tramo más cercano a la calle Cartagena. Las obras que han obligado a aplicar restricciones durante el fin de semana han ido más rápidas de lo anunciado y a media tarde del domingo el panorama era similar al de cualquier retorno «dominguero», como se aprecia en las imágenes de la DGT.
Para dar aún más sensación de normalidad, el tráfico a la altura de Torrejón de Ardoz era extremadamente intenso, como es costumbre.
Los conductores que no estuvieran al tanto de lo que iba a pasar este fin de semana en los accesos a Madrid por la A-2 se han llevado más de una sorpresa, al ver en los letreros luminosos una indicación inesperada.
En efecto, la obra para reponer una pasarela peatonal (que era cada vez más insegura por problemas en su estructura) obligaba al corte del tráfico a la altura del kilómetro 3,5 de la autovía, prácticamente llegando a los primeros semáforos de la capital de España.
En este caso, la interrupción y el consiguiente desvío era obligatorio para todos salvo para los autobuses. Para el resto de conductores sólo se está habilitando el paso por las vías de servicio, al no poder disponer de los carriles centrales. Es un mínimo alivio.
Las obras en la avenida de América comprendían el tramo entre la avenida de Bruselas y la calle Corazón de María. Ya no se podía franquear este punto desde la medianoche del viernes y así iba a estar, según se dijo, hasta las cinco de la madrugada del lunes, justo a tiempo para los primeros atascos «ordinarios» de cualquier día laborable.