Las diócesis de Toledo, Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara –pertenecientes a la Provincia Eclesiástica de Toledo– ya han puesto en marcha sus respectivas oficinas de denuncias de abusos sexuales a menores y a personas vulnerables, aunque por el momento, y debido a la pandemia del coronavirus, en su mayoría están funcionando por correo electrónico y a través de las páginas web habilitadas para ello.
Algunas de las cuales establecieron este mecanismo ya en el mes de febrero mientras que a otras les ha cogido el proceso de puesta en marcha durante los días previos al confinamiento y bajo el estado de alarma, lo que ha obligado en algunos casos a cerrar las oficinas presencialmente.
En la Diócesis Sigüenza-Guadalajara la situación de confinamiento ha paralizado hasta ahora el decreto de constitución de la oficina, cuya firma se ha producido este jueves, 30 de abril, por parte del obispo, Atilano Rodríguez.
Según avanza el vicario general, Agustín Bugeda, la Diócesis contará con tres personas –dos laicos y un sacerdote– que no solo se dedicarán a la escucha de posibles delitos sexuales por parte de sacerdotes, sino que realizarán trabajos de prevención y que cualquier persona pueda acceder a esta comisión si se diese el caso.
Decisión del Papa Francisco
Estas oficinas se han creado en cumplimiento del acuerdo adoptado en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, siguiendo las indicaciones del Papa Francisco, con el objetivo de recibir las denuncias de abuso. Después, la Iglesia valorará su verosimilitud y les dará la tramitación canónica y civil. Además, en algunas se podrá realizar acompañamiento a las víctimas.
Aunque algunas provincias eclesiásticas han optado por crear una oficina metropolitana para todas las diócesis circunscritas, las diócesis de la Provincia Eclesiástica de Toledo acordaron organizarse por oficinas diocesanas propias.
La primera en constituirse en la Comunidad Autónoma fue la oficina de denuncias de abusos sexuales a menores y a personas vulnerables de la Diócesis de Ciudad Real, que lo hizo en febrero. No obstante, esta pandemia ha provocado un «parón» para ultimar los detalles de la misma, según ha explicado su director y vicario judicial de la Diócesis, Bernardo Torres.