El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado luz verde en su sesión del Consejo de Gobierno a la declaración como Bien de Interés Cultural del Palacio de los Marqueses de Villamejor, también conocido como Palacio de la Cotilla, ubicado en Guadalajara. De este modo se culmina un proceso del que ya había informado LA CRÓNICA.
Este reconocimiento pone en valor el patrimonio de un inmueble que «es ejemplo de los caserones residenciales que se construyeron en la Edad Moderna» y se garantizan así que se puedan tomar medidas que preserven este bien inmueble, tal y como ha señalado la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, en rueda de prensa.
Es de los «escasos ejemplos que hay de la arquitectura civil del siglo XVII». Actualmente es titularidad del Ayuntamiento de Guadalajara y está destinado a las las escuelas municipales, pese a estar previsto desde hace muchos años como sede del futuro Museo de la Ciudad.
Entre los detalles que han merecido esta catalogación destacan los muros exteriores, que se construyeron con aparejo toledano, una forma de construcción que tiene valor en sí misma, puesto que ya han desaparecido prácticamente todos los ejemplos de la arquitectura civil que utilizan esta manera de proceder en la construcción.
En el interior de este edificio tiene «la habitación más singular», un salón chino que tiene una decoración ornamental pintada sobre papel de arroz procedente de los talleres de la dinastía Qing de China. «Hay muy pocos ya que se mantengan en Occidente y uno de ellos lo tenemos en Almagro y el otro aquí en Guadalajara con esta declaración», ha afirmado la consejera portavoz.
Con esta declaración se contabilizan cuatro nuevos BIC en esta legislatura, 52 desde que Emiliano García-Page es presidente de Castilla-La Mancha y concretamente en la provincia de Guadalajara son ya 108 con el con el que se suma esta semana.