Para la «tarde de la ilusión», que es como se conocía siempre a la del 5 de enero, la AEMET ya preveía lluvia durante la celebración de la cabalgata de Reyes en Guadalajara. el pronóstico se repetía para otras localidades de la provincia y del centro de España. Se ha cumplido. Aunque, como siempre que llueve, escampa.
Así, según fue avanzando en el recorrido, pudieron plegarse los paraguas en un año con menos aglomeraciones que en cualquiera de los anteriores. Y si no sabe cuál era el único rey mago que llevaba la mascarilla puesta, no le va aquedar más remedio que revisar nuestra galería gráfica:
En el inicio del desfile en la capital, los paraguas flanqueaban desde las aceras una comitiva abierta por una batucada pirata y a la que le seguían múltiples disfraces, tan imaginativos como inusuales para una capital tan de tierra adentro como Guadalajara.
La cabalgata se ha podido seguir muy cómodamente en directo con la retransmisión de la cadena de televisión local Guadalajara Media.
La primera de las comparsas de la cabalgata era la, al parecer, inevitable batucada, con 25 componentes, que en esta ocasión iban ataviados como piratas. Luego desfilaron otras 13 más, incluidas las de los propios Reyes.
Así, se han dejado ver medusas humanas, peces gigantes de colores, 4 pulpos de grandes dimensiones con sus tentáculos articulados, otros 10 «pulpitos», bailarinas con luces led, sirenas y tritones, una ballena y una tortuga especialmente grandes… e incluso los denominados «piratas carboneros», que se encargaron de repartir el tradicional carbón dulce entre los más pequeños.
Para la ocasión se han construido 4 carrozas: las de sus Majestades y una adicional, de alrededor de 8 metros de largo, con sus correspondientes comparsas, que animaron a los espectadores, cobijados bajo los paraguas mientras fue necesario.
Los más pequeños disfrutaron como siempre y los mayores, con ellos.
Lluvia, según la previsión
En la capital de la provincia, por horas, la previsión era la siguiente:
Como se ve, nada de lluvias torrenciales, pero sí que se esperaba que las nubes mojaran y con una probabilidad del cien por cien. Los paraguas esta vez han servido para cubrirse y no para recoger caramelos, que no los ha habido
Cortes de tráfico desde las 2 de la tarde
En atención a la pandemia, no se repartían caramelos, para evitar remolinos de personas. El Ayuntamiento recordó que el uso de la mascarilla en exterior es obligatorio en todo momento y aconsejaba tratar de guardar una distancia mínima entre personas el mayor tiempo posible.
La comitiva real partió definitivamente a las seis de la tarde, una hora más tarde de lo anunciado en el programa oficial.
Como ya avanzó LA CRÓNICA, los Reyes Magos de Oriente llegaban a la capital por un nuevo itinerario, con calles mucho más amplias, con inicio en la calle Toledo y finalización en la Plaza de España, pasando por las calles Virgen del Amparo, Mayor y Miguel Fluiters.
A partir de las 14.00 horas de este miércoles comenzaron las restricciones de tráfico y aparcamiento a lo largo de todo el recorrido, lo que afectaba también a las calles aledañas y de manera especial al tramo de la calle Toledo comprendido entre las intersecciones con calle doctor Layna Serrano y Avenida de Castilla, donde se preparaba la comitiva.
Una cabalgata náutica con salto temporal hasta 1939
Un cuento de Estrella Ortiz ha sido el hilo conductor de la cabalgata de los Reyes Magos del 5 de enero de 2022 en Guadalajara. La historia que se toma como excusa o argumento se sitúa en las Navidades de Guadalajara del año 1939, las primeras tras la Guerra Civil. En principio, y por primera vez, no ha habido rastro alguno de animales. La anterior, y hasta ahora única, cabalgata organizada por este mismo equipo de gobierno municipal generó una gran controversia, precisamente por utilizar un camello, un dromedario y un elefante. No aparecieron otras especies también muy habituales en esa fecha y en esta cita, como las ocas amaestradas o los bueyes y los caballos.
Según el extracto de la historia que inspiraba el espectáculo de este año, y que acompañaba al expediente municipal, en una situación de «tristeza, misera, paz con muerte» se acerca la noche de Reyes. «Los niños y niñas, ajenos a lo imposible de esa noche, esperan con la ilusión inquebrantable de la infancia». Ante las penurias del momento, «los mayores del barrio de la Plaza Mayor se reúnen» y concretan una historia que contar a todos por igual: «El barco donde venían los Reyes se ha hundido sin remedio», por lo que habrá que esperar un año más. «Ese año no hubo juguetes, pero tampoco tristeza: el naufragio había sido general; ese año, los Reyes en los zapatos habían dejado… un cuento».