A las 7.50 de la mañana, Renfe confirmaba que los problemas en las circulaciones de Cercanías entre Guadalajara tenían un motivo concreto: «avería en la infraestructura por robo de cable entre las estaciones de Coslada y San Fernando», según se informaba.
En esos momentos, las demoras reconocidas oscilaban entre los 20 minutos y la media hora.
Más tarde, cerca de las diez de la mañana, se mantenían los retrasos y la única novedad era que algunos trenes «pueden ver modificado su recorrido habitual en ambos sentidos», hasta que se solucione la incidencia.
A partir de entonces, nada, hasta las dos de la tarde. Por entonces, Renfe admitía retrasos de 10 minutos, en el momento en que daban por «resuelta la incidencia», aun admitiendo que la vuelta a la normalidad sería progresiva a partir de entonces.
Jueves negro, en todo caso, en los Cercanías incluso desde antes de amanecer y que sólo dejó de ser un grave problema bien entrada la tarde del 27 de febrero de 2025.
Hacia las ocho de la tarde, se aseguraba que en esos momentos el servicio en toda la red de Cercanías de Madrid se prestaba con normalidad.