El sector de juegos y apuestas online constituye una industria con afluentes en el ámbito social y económico, entre otras muchas esferas que se benefician de su desarrollo. Las recientes prohibiciones en materia de publicidad y del sistema de bonos para todo tipo de juegos, en especial los gratuitos y de bienvenida, afecta sobremanera al usuario que no podría gozar de ese beneficio, y por ende a limitar sus posibilidades de no gastar su dinero.
Cabe destacar que la Asociación Europea de Juegos y Apuestas (EGBA), estableció un código de conducta paneuropeo que orienta la publicidad de los juegos online hacia formas responsables. Con base en este código se establecen parámetros en materia de contenidos, plataformas, tipos de usos, con especial atención a la protección de los menores de edad. Sin embargo, la prohibición elude esta propuesta.
La historia de las prohibiciones en materia de los juegos de azar deja una clara enseñanza: las denegaciones propician el juego ilegal y las irregularidades. Ello sucede taxativamente en todos los países donde se prohíben los juegos de azar y ha sucedido a lo largo de la historia de las civilizaciones. Este factor pone en mucho mayor riesgo al usuario.
La información propicia el juego racional
En el caso de la prohibición de la publicidad las consecuencias para el usuario son muy simples, carecerá de información sobre las opciones y sobre sus posibilidades de jugar en forma gratuita. Uno de los elementos que no se ha considerado es que la publicidad, además de su obvio objetivo de promocionar, también provee de datos.
La publicidad crea conciencia en materia de servicios y marcas porque recuerda al usuario sus experiencias satisfactorias. Por supuesto también persuade, esa función está muy clara y es parte de la transparencia y visibilidad que imponen estos nuevos tiempos. Además, también tiene el objetivo de informar las características del servicio.
En el caso de los juegos y apuestas online, la publicidad permite la toma de decisiones con base en datos, indicadores y características de sitios certificados, los que tienden a ofrecer las mejores condiciones a los usuarios. Por tales razones es que la publicidad está considerada como una forma de comunicación con los clientes.
Las apuestas son milenarias
Desde el nacimiento de la imprenta, pasando por la TV, hasta esta era digital la publicidad ha sido relevante, está ligada a los mas grandes avances económicos y el progreso de la humanidad. Una de las mas antiguas expresiones de alguna forma de publicidad data de Egipto 3000 AC en un papiro en el que alguien ponía un anuncio y a la vez promocionaba sus telas.
Los juegos de azar y las apuestas también se remontan a las civilizaciones antiguas, han formado parte de la historia de la humanidad. En este sentido, una de las consideraciones culturales que también obvia la prohibición, es la relación de los eventos deportivos y las apuestas deportivas con la vinculación con los hinchas. Afecta a algunos jugadores al prohibirle hacer publicidad, a los seguidores y a los medios deportivos.
Por otra parte, limitar económicamente a un sector con ganancias considerables, afecta de forma negativa a una industria cuyos impuestos representan un ingreso importante para el gobierno español. Sin contar con las afectaciones que a los medios deportivos ocasiona este tipo de resoluciones.
Alternativas reales y efectivas
La economía repercute en diferentes áreas. La industria del juego online ha proporcionado no solo impuestos a la nación española, que podrían contribuir a la calidad de vida de la ciudadanía y sus servicios sociales. También las empresas de publicidad y los medios deportivos están siendo afectados y llevados a la quiebra. Así mismo se perjudica el patrocinio de algunos equipos, al no poder poner logotipos o marcas en las camisetas, estadios u otros elementos deportivos. Es decir, el daño se propaga a diversas esferas, estás son las más inmediatas, pero de ellas dependen un sin número de espacios adicionales.
El otro aspecto que es de vital importancia es la consideración si estas medidas de verdad contribuyen a disminuir la recurrencia en patologías de juego y en especial, si en realidad logra proteger a los menores de edad, si consigue que no trasgredan las leyes, no apuesten y no se involucren en juegos de azar. Más aún si impactan el óptimo desarrollo que merecen.
En lugar de prohibir y poner a un lado su responsabilidad, la sociedad ha de involucrarse realmente en la problemática. Es absurdo pensar que por no promocionar o no publicitar un bono gratis se soluciona el problema. El desarrollo de campañas innovadoras de concientización, la atención asertiva y efectiva, el involucramiento de la familia, la escuela y la comunidad, la utilización de mecanismos tecnológicos para la detección temprana, así como la inversión social que, podría acordarse con la propia industria del juego online, tienden a ser medidas realmente beneficiosas para nuestros adolescentes.
