Sus seguidores son casi tan incondicionales como los de Morante de la Puebla y recuerdan, por cómo siguen al diestro de plaza en plaza, a los que tuvo en su día Curro Romero. No es extraño que Juan Ortega dedicara uno de sus toros en Sevilla la pasada Feria de Abril al maestro de Camas, porque ambos beben del mismo frasco de las esencias. Y lo que sí es extraño, pidiendo a gritos que deje de serlo, es que todavía no haya pisado el ruedo del coso de Las Cruces.
La extrañeza surge cuando se recuerda el vínculo de Juan Ortega, sevillano de nacimiento, con la provincia de Guadalajara: sus padres son originarios de Checa, el pueblo molinés que tanto sabe de los veranos del que era un chiquillo y en estos últimos años ha pasado a ser la gran reserva de arte de la tauromaquia. Lo saben también los lectores de LA CRÓNICA, que viene siguiendo y reflejando su trayectoria desde cuando muy pocos creían en él o, a lo sumo, lo consideraban una anomalía dentro del escalafón.
Este sábado, Juan Ortega ha reventado literalmente la plaza de toros de Valladolid y, en buena medida, también la temporada entera, que ya suma un puñado de tardes antológicas de este matador. El 9 de septiembre pasará a los anales no sólo por las cuatro orejas cortadas, sino muy especialmente por el tenor de sus dos faenas y la encendida pasión que levantó en los tendidos.
En consecuencia, desde última hora de la tarde, cuando llegaban los ecos de ese triunfo, muchos aficionados alcarreños iban echando cuenta del estado de los diestros acartelados para la Feria de la Antigua por ver si aún cabe alguna sustitución de última hora, tras la muy precoz de Cayetano y la más reciente de Morante, dada en primicia por LA CRÓNICA. Roca Rey, por su parte, acredita reiterados problemas físicos, que le han impedido comparecer en la victorinada de Valladolid y que le dejan en duda para sus siguientes compromisos, incluido el de Guadalajara.
Vísperas en Guadalajara de una feria taurina interesante
Cayetano Rivera Ordóñez y Morante de la Puebla, como decíamos, han sido sustituidos por Víctor Hernández y Fernando Adrián, respectivamente. De cara al aficionado, los cambios tienen su interés, sobre todo a la vista de cómo va la temporada de los respectivos protagonistas. Tanto es así que para el jueves y el viernes se prevén muy buenas entradas.
El primero en caerse del cartel de la Feria Taurina de la Virgen de la Antigua fue el matador Cayetano Rivera Ordónez por una lesión en la muñeca, a quien relevará el casi guadalajareño y toricantano Víctor Hernández, que compartirá cartel en el coso de Las Cruces el sábado, día 16, con El Fandi y Ginés Marín, ante toros de la ganadería José Vázquez.
Respecto al madrileño Fernando Adrián, compartirá cartel con Sebastián Castella y Tomás Rufo en la corrida de toros del viernes, 15 de septiembre, con ganaderías de García Jiménez y Olga Jiménez.
La feria arrancará el próximo jueves 14 de septiembre, día en el que por ahora se mantiene el cartel tal y como estaba previsto, con la presencia de José María Manzanares, Andrés Roca Rey y Francisco de Manuel, con toros de la ganadería El Pilar.
El ciclo se cerrará el domingo, 17 de septiembre, con una corrida de rejones de la ganadería Ángel Sánchez y Sánchez para el portugués Rui Fernandes, Sergio Galán y Sebastián Fernández.
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