Mucho se esperaba este domingo de lo que resultara de la primera feria de la temporada, que es la que se celebra en Valdemorillo. Tras el triunfo la víspera de Perera, este 5 de febrero era el turno para Diego Urdiales, en mano a mano con el «checano» Juan Ortega. El diestro sevillano, con raíces familiares en el Señorío de Molina, afronta una temporada complicada, sin el apoderamiento de Simón Casas, ausente de San Isidro y con importantes cambios en su cuadrilla. Ortega aún espera el momento de pisar el ruedo del coso de Las Cruces, por lo que el aficionado de Guadalajara tenía hoy una ocasión especial para ver a uno de sus matadores mejor valorados. Esta vez estará ausente de San Isidro. Muchos han paliado la ausencia con la presencia en los tendidos de Valdemorillo.
Así, han podido ser testigos de una faena al que hacía cuarto que se mantendrá mucho tiempo en las retinas de los afortunados. Toreo lentp, muy lento, con la clase que es tan propia de Ortega. Algunas crónicas hablan por sí solas.
‘El cartel, hablo como aficionado, te hace ir con ganas de fijarte y esperar a que un toro meta la cara’, aseguraba Juan Ortega durante la presentación de los carteles de la feria taurina de Valdemorillo, que termina también con Víctor Hernández en la novillada que cierra el ciclo. Y el cuarto, lo hizo.
Ortega con peña en Sevilla
Juan Ortega, sevillano de cuna, ha visto cómo días pasados iniciaba su andadura la Peña Taurina Trianera de Juan Ortega. El guitarrista Paco Cepero, los cantaores Rancapino Chico y Caracolillo de Cádiz, además de un nutrido grupo de partidarios, acompañaron al matador de toros durante la primera velada de la peña celebrada, que tiene el restaurante Victoria de la capital hispalense como sede social.
Los invitados recibieron con una pieza especial de cerámica trianera con forma capote realizada por Corrala Home, una marca del barrio.
