Ha sido este miércoles, entre corbatas y zapatos de salón, cuando el presidente de la Diputación de Guadalajara se ha puesto delante del micrófono, en la inauguración del II Foro de Inversión, organizado por CEOE dentro de las acciones de "Guadalajara Empresarial".
Era un momento propicio para sobrevolar los charcos, hablar con buenas pero inofensivas palabras y lidiar despegado. El alcalde de Mondéjar no lo ha hecho así, se supone que consciente de las responsabilidades que ahora tiene como alcalde de todos los alcaldes de la provincia, desde la plaza de Moreno.
"Somos creativos, pero no podemos crear". Esa ha sido la lapidaria frase que ha marcado el punto de inflexión de su intervención este 6 de noviembre, ante cerca de un centenar de empresarios. Se refería José Luis Vega a esa parte de la provincia que está huérfana de sí misma desde hace décadas, más allá del aún pujante Corredor del Henares y de su área de influencia.
A partir de ahí, Vega ha reconocido que, si está en su mano, ayudará más al inversor que apueste por los pueblos que a quien lo haga por los polígonos asomados a la A-2 y a Madrid. Y lo cierto es que la iniciativa pública tiene mucho que decir para que la iniciativa privada cuaje y genere empleo. Parece una paradoja, pero es una realidad inevitable. Que se lo pregunten si no a Ariane Léonard, la consejera económica y comercial de la Embajada de Bélgica, allí presente. Como ella misma reconocía, para que algunos de sus compatriotas hayan levantado una factoría en Extremadura ha sido decisivo que el Ayuntamiento de turno les regalara prácticamente el suelo, además de otras facilidades. A día de hoy, tienen un centenar de empleados en plantilla. Así está lo cosa. Como para irles con remilgos "antisubvenciones" a esos asalariados.
Apuntaba José Luis Vega que en un reciente viaje en avión le sorprendió ver en el vídeo de la aeronave que le sacaba de España un reportaje sobre Brihuega y la lavanda. Bien está reconfortarnos todos con el furor de estos últimos años, con sus miles de visitantes en modo selfie, pero sin dejar de recordar que en el origen y en el impulso más potente de esa "fiebre violeta" está una empresa… de Madrid. Tenemos mucho que pensar y realizar aún en esta tierra para hacerla todo lo buena que queremos.
Me niego a aceptar la letanía de quienes dicen que hay una España vacía o vaciada, expresión que considero insulta a quienes ahí siguen, levantándose cada día y deslomándose para salir adelante hasta que cae la noche. Esos ya emprenden su propio camino sin moverse de su sitio.
Ahora solo falta que la ayuda les llegue y de verdad. Mejor, en forma de ideas o de dinero.
De palmadas en la espalda ya andan sobrados.