En las pasadas Ferias se anunció y ahora ha sucedido. Este martes, en la sala multiusos del Centro San José, se llevaba a cabo la presentación del libro “Guadalajara cuando no ocurría casi nada”. El volumen contiene y da sentido a las ilustraciones que ya se habían presentado en septiembre, como parte de un inusual ejercicio de memoria acerca de una Guadalajara vivida y que no debería ser olvidada, sobre todo ahora que podemos recobrarla página a página.
Rostros, personajes realistas y simbólicos, calles, monumentos y rincones de Guadalajara fácilmente reconocibles por estar imbricados en la memoria colectiva de la ciudad han colgado durante semanas de esas paredes y ahora se pueden ojear (y hojear) en las páginas de papel antes de entregarlo a la estantería, para reiteradas consultas y satisfacciones íntimas, sean o no pecado.
Como los lectores de LA CRÓNICA saben, el libro ha sido escrito –e ilustrado con maestría– por José Luis Pastor Pradillo. El autor ha estado acompañado en la presentación por la diputada de Cultura, Rosa María García Ruiz.
Estamos, insistamos, ante un libro ilustrado con imágenes realistas, surrealistas y siempre evocadoras; ilustrado por la buena mano del escritor sumada a la acreditada mano del artista. E ilustrado, también, por una memoria inteligente y no carente de ironía. Dicho sea todo ello en recuerdo y elogio de los viejos ilustrados, tan olvidados incluso en los manuales de Historia.
“Guadalajara cuando no ocurría casi nada” es una colección de relatos que, en palabras de su autor, “intenta describir un microuniverso suspendido en el tiempo” que se nutre de “experiencias propias, informaciones y leyendas urbanas acumuladas en la memoria en los paseos de mi infancia con mi abuelo” y que “nos acercan a una Guadalajara reconocible, vista con ojos de niño y sabiduría de adulto”.
La diputada Rosa María García Ruiz ha destacado la “extraordinaria calidad, tanto literaria como plástica, del libro”, que ha sido editado por la Diputación Provincial de Guadalajara.